Periodista colegiado CPPA nº 459. Andaluz de Jerez. Socio de @anisalud y @aprensajerez. Noticias TV, radio, prensa y redes. News influencer. Analista de política y economía. Ahora en transformación digital.
31 mar 2007
Imagino tantas cosas
Ayer ví tu sonrisa en el parque de goma. Me estremecí porque no tuve tiempo para pararme. Y lo lamento porque cuando se es feliz es necesario compartir esa felicidad con los que nos rodean. No reprimas tu impulso de ajustar cuentas con quienes creían que tenías algo pendiente. Házlo, y comprobarás que la paz relaja tu espíritu. Me paso el día imaginando cosas, las más variadas. Ayer me tomé un cubata con un amigo, yo creo que lo es, y siento que él me aprecia como yo a él. Nadie nos ha regalado nada. Todo es a base de esfuerzos, de sudor, de jirones de nuestras almas que se quedan en cada esquina. Hablamos de lo que nos importa y poco de trabajo. O mucho, no lo sabría decir. Jota vive feliz en Jerez, tiene lo que quiere, y el amor de los suyos. Esta vez me quedo, y que se vayan otros, que ya es hora.
España no se cierra
Ahí les ven, con nuestra bandera, la de todos los españoles de bien. Aguantando la lluvia de este mediodía, diciéndole a quien quiera escucharles que Delphi no se cierra. Pero tengo la impresión de que ya se han ido, que esto son los estertores de la muerte de unos que hicieron su agosto, amortizaron las inversiones y que ahora quieren seguir ganando pasta gansa pagando menos a sus trabajadores. En Delphi trabajan 278 jerezanos, familias que temen por su futuro. Yo no sé si se habrán dado cuenta Pilar Sánchez, Pedro Pacheco, María José García Pelayo, Joaquín del Valle y Emilio Quintana que la campaña electoral en Jerez está marcada. Que no solo son esas familias, que hay otras más que sentirán sus estrecheces. Espero que los programas electorales contengan propuestas reales para crear empleo. Que no terminen todos en Ikea (entre otras cosas porque queda algo aún...).
Joaquín del Valle sube la cuesta del 27 M
Joaquín del Valle me cae bien. Verán ustedes, el alcaldable de Jerez por IU-CA no tiene tantos medios ni pasta como Don Pedro ni los medios y recursos de Doña Pilar. Pero Del Valle comienza a asumir que sus votos pueden ser más que esenciales para un eventual gobierno del PSOE cuya cabeza de lista ha prometido que nunca pactará con Pacheco.
Y Joaquín, aunque la Pelayo le cae bien como persona, no pactará con ella y menos con el enorme ni de coña. Hummmmm, veamos. A ver si va a resultá que Joaquín del Valle es el árbitro y no es Pacheco. Uy, uy, pues va a ser eso. Lo que pasa es que Del Valle, que se mueve como un sabueso entre los papeles de la gemeú, tiene que creérselo. Joaquín no tiene jefe de prensa, ni gabinete, solo un blog que debería cuidar más, tiene amigos que le aprecian y compañeros de coalición vendidos al oro de Los Arcos. Ahi le ven, junto al compañero Barroso, sorprendido de lo que vio en Bruselas y de un perchero lleno de jamones en la casa del enorme, a la que fue invitado un día. Pepe, cuidado con las amistades peligrosas, que puedes perder otras valiosas. Tu sabes mucho, comandante. No será que igual tú, comunista de toda la vida, te pasas al PSA de Pacheco. ¿Y por qué no? Pero regresando al temita, Joaquín del Valle sube la cuesta del 27 M. Ojito.
El semanasantódromo
Sa creio er Muñó Natera que su semanasantódromo frente al antiguo despacho de su Señor de los Arcos tiene las mejores sillas para la festividad. Quiáaa. La mejor vista la tienen los balcones de los sindicatos. Man dicho que al Natera –el que invita a un tour a Pacheco sin que sea ná ni ná ya- no le ha gustado mucho los carteles de apoyo a Delphi de la CGT. Tan sensible es el cofrade que no sabe que en Cádiz el Cabildo Catedralicio recomienda elevar oraciones para arreglar el problema de Delphi, y los hermanos mayores han dejado libertad para poner un lazo amarillo en los pasos. Ayer Natera se llevó de paseo a Pacheco por la carrera oficial. Hoy (miren la carita) ha acompañado a la alcaldesa, la socialista Pilar Sánchez, y sus concejales por el mismo recorrido. Espléndida foto de Manu López Iglesias, que espero no siga enfadado, el ya sabe por qué. Carita de Natera. Eso es sensibilidad. Yo le voy a pedí a los compañeros de la CGT que me dejen el balcón. Es más, yo que los sindicatos alquilaba todos los balcones para la caja de resistencia. Natera es otro de los que se va a equivocá ninguneando a la alcaldesa de Jerez. Ya les iré contando.
Tos prejubilaos
Me maravillo de esa habilidad que tenemos en Cádiz de reirnos de nuestras desgracias como el primero. La chirigota de EL LOVE, "Los Prejubilados" -que actuó en la cena homenaje de la AUGC- retrata a la perfección el panorama que tenemos. De vergüenza, picha. Tos prejubilaos, al sien por sien. Hoy se comentaba por la manifa de Delphi que la pasta no va a faltarles a los trabajadores. Creánme, esta unidad trampa me mosquea un huevo. Yo espero, por el bien del Fernández (consejero de Empleo) y de Vallejo (Innovación), el presidente andalú (Chaves) y el sentrá (ZP) que encuentren una salida en condiciones para el problema de Delphi. Porque si no, al menos aquí en la bahía de Cai, los vamos a prejubilá a tós en las próximas elecciones. Manda cojones.
Escorpión
(Reproduzco, por su interés, el artículo de Javier Caraballo, redactor jefe de EL MUNDO DE ANDALUCIA y de paso os recomiendo visitar su blog)
“Pedro Pacheco, ¿quién si no?” Quizá fue en las últimas elecciones municipales cuando Pacheco utilizó este eslogan para su campaña.En Jerez, Pacheco ya andaba con los matrimonios civiles de algunos jóvenes que habían nacido con él de alcalde.
El caudal político de Pacheco en Jerez parecía inagotable, una despensa segura desde que ganó las elecciones por primera vez en 1979. “Pacheco, joé, ¿quién si no?”, como parafraseaba él mismo su eslogan inaudito. Ahora que lo han puesto con las maletas en la puerta del Ayuntamiento por segunda vez en cuatro años, podría pensarse que estamos asistiendo al definitivo ocaso político de Pacheco.
Y puede que sea así, pero eso no significa que Pacheco haya dejado de contar definitivamente en la política municipal jerezana. Habrá que esperar sólo tres meses, cuando se hayan celebrado las elecciones, y ver qué ocurre si, de nuevo, no hay posibilidad de gobierno en Jerez sin volver a contar con Pacheco.
Que será más fácil, en fin, que las dos alcaldesas que lo han echado de su gobierno, la popular María José García Pelayo, y la socialista Pilar Sánchez, vuelvan a ofrecerle todas las áreas que solicite antes de que ambas se pongan de acuerdo para cederle una el paso de la Alcaldía a la otra. “Pacheco, joé, ¿quién si no?”, que podrá decirles de nuevo, con ese toque chulo y prepotente, decidido y testicular, que siempre ha exhibido.
Le recuerdo una vez en la campaña de las elecciones andaluzas de 1990, cuando consiguió diez escaños para el Partido Andalucista en el Parlamento andaluz, el máximo alcanzado por los nacionalistas en toda la historia autonómica. En aquella campaña Pacheco despertaba una verdadera expectación cuando visitaba ciudades y pueblos.
En uno de aquellos pueblos de mayorías socialistas, un grupo de mujeres que salían del mercado se acercaron a saludarle y a regalarle unas flores. “Dejarme de flores, joé, que mucho Pacheco y después votáis todas al PSOE”, les espetó refunfuñando.Quién le iba a decir a Pacheco que, desde aquellas elecciones triunfales, sólo le esperaba ya un lento, progresivo e implacable declive. Que se iría consumiendo poco a poco en el caldo espeso de la trama municipal, de los intereses locales, agarrado al clavo ardiendo del urbanismo jerezano.
La hegemonía del PSOE en Andalucía ha impuesto a todos los demás partidos una larga travesía del desierto. Hasta ahora, nadie la ha superado. Pacheco ha sido uno más en sucumbir, y su declive podría simbolizar el declive de la clase política andaluza que nació con la democracia. En su caso, además, Pacheco es fiel a su condición de escorpión, y siempre acabará clavándole su aguijón a la rana que le ayuda a atravesar el río por la sencilla razón de que ése es su carácter. “Pacheco, joé, ¿quién si no?” Qué crudo es siempre el final.
“Pedro Pacheco, ¿quién si no?” Quizá fue en las últimas elecciones municipales cuando Pacheco utilizó este eslogan para su campaña.En Jerez, Pacheco ya andaba con los matrimonios civiles de algunos jóvenes que habían nacido con él de alcalde.
El caudal político de Pacheco en Jerez parecía inagotable, una despensa segura desde que ganó las elecciones por primera vez en 1979. “Pacheco, joé, ¿quién si no?”, como parafraseaba él mismo su eslogan inaudito. Ahora que lo han puesto con las maletas en la puerta del Ayuntamiento por segunda vez en cuatro años, podría pensarse que estamos asistiendo al definitivo ocaso político de Pacheco.
Y puede que sea así, pero eso no significa que Pacheco haya dejado de contar definitivamente en la política municipal jerezana. Habrá que esperar sólo tres meses, cuando se hayan celebrado las elecciones, y ver qué ocurre si, de nuevo, no hay posibilidad de gobierno en Jerez sin volver a contar con Pacheco.
Que será más fácil, en fin, que las dos alcaldesas que lo han echado de su gobierno, la popular María José García Pelayo, y la socialista Pilar Sánchez, vuelvan a ofrecerle todas las áreas que solicite antes de que ambas se pongan de acuerdo para cederle una el paso de la Alcaldía a la otra. “Pacheco, joé, ¿quién si no?”, que podrá decirles de nuevo, con ese toque chulo y prepotente, decidido y testicular, que siempre ha exhibido.
Le recuerdo una vez en la campaña de las elecciones andaluzas de 1990, cuando consiguió diez escaños para el Partido Andalucista en el Parlamento andaluz, el máximo alcanzado por los nacionalistas en toda la historia autonómica. En aquella campaña Pacheco despertaba una verdadera expectación cuando visitaba ciudades y pueblos.
En uno de aquellos pueblos de mayorías socialistas, un grupo de mujeres que salían del mercado se acercaron a saludarle y a regalarle unas flores. “Dejarme de flores, joé, que mucho Pacheco y después votáis todas al PSOE”, les espetó refunfuñando.Quién le iba a decir a Pacheco que, desde aquellas elecciones triunfales, sólo le esperaba ya un lento, progresivo e implacable declive. Que se iría consumiendo poco a poco en el caldo espeso de la trama municipal, de los intereses locales, agarrado al clavo ardiendo del urbanismo jerezano.
La hegemonía del PSOE en Andalucía ha impuesto a todos los demás partidos una larga travesía del desierto. Hasta ahora, nadie la ha superado. Pacheco ha sido uno más en sucumbir, y su declive podría simbolizar el declive de la clase política andaluza que nació con la democracia. En su caso, además, Pacheco es fiel a su condición de escorpión, y siempre acabará clavándole su aguijón a la rana que le ayuda a atravesar el río por la sencilla razón de que ése es su carácter. “Pacheco, joé, ¿quién si no?” Qué crudo es siempre el final.
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