La gestión del Consorcio Estatal de la Zona Franca de Cádiz es un caso (o un ‘cazo‘, que diría un gadita socarrón). Ayer comenzó, con las cuestiones previas, el juicio de la Red Iberoamericana de Comercio (Rilco), un caso más de dilatación increíble de una instrucción judicial donde los acusados han sufrido una pena de banquillo mediático y político de grandes proporciones. Lo que no quita gravedad al asunto de que por medio hay un presunto uso irregular de fondos públicos.