La verdad es que sé que mas de uno hará la broma, pero es que yo ya hace tiempo que me siento un periodista incómodo. Y sé de jueces incómodos, y de políticos y de muchos profesionales que incomodan al poder establecido, a los corruptos y a los sinvergüenzas. Viva la incomodidad. Como persona, inquieta por el futuro de nuestra Tierra (en los dos sentidos), con los apellidos que me pusieron mi padre y mi madre, estaré este fin de semana en Sevilla, participando en el encuentro organizado por Cambio Climático España y en el training (entrenamiento). Seré uno de los doscientos. Y me siento feliz por ello. Por lo que se ha contado en el ciberespacio y en algunos periódicos, pocos, sé que posiblemente estén otros compañeros (si fiman el estricto acuerdo de colaboración con la organización española de Al Gore), como mi admirada Ana Rosa Quintana (T5), el curtido hombre del tiempo, José Antonio Maldonado (TVE), el incombustible Ignacio Martínez (Grupo Joly), Cristina Villanueva (La Sexta), mi también admirado amigo Ezequiel Martínez (Tierra y Mar, Canal Sur), Joaquín Araujo (Premio Fundación BBVA a la Difusión del Conocimiento y Sensibilización en Conservación de la Biodiversidad 2006) , Amado Moreno Suárez (subdirector del periódico La Provincia), Gil Carvajal (RNE), Carlos Vega Pérez (jefe de Sociedad del Periódico El Día), Amelia Alas (TVE), Antonio Manfredi (director de Canal Sur en Huelva) y algunos más. La incomodidad para más de uno afectado por el nuevo mundo que ha de llegar vendrá determinada por las conferencias (diez) que hemos de ofrecer en el próximo año. El debate sobre el calentamiento global está en el aire, y en la tierra. Dar un paso al frente y luchar es incómodo. Y tanto. Pero luego, cuando pasen los años, las generaciones venideras lo agradecerán. Me voy para Sevilla.
