Me gusta este 28F porque ha hecho justicia. Me parece bien que se investiguen los casos de los niños robados pero algún día se tendrá que contar al detalle la forma en la que murió el joven Caparrós, hijo predilecto de Andalucía desde el mismo instante en el que perdió la vida, en 1977, dos años después de la muerte del dictador, cuando España comenzaba a cambiar. Pero es que además se premia a Manuel Gerena, cantaor cuyos discos guardo con devoción y solía programar en mis tiempos de Radio Jerez y en la COPE. Y me parece bien que se premie a José Manuel Lara, el gran editor y empresario de este país, de padre sevillano y corazón español, lo que no oculta, que no es poco en estos tiempos donde, de nuevo, expresarse con libertad es peligroso para los que no tienen su influencia. Hablando de periodistas, no está mal que se premie a Enrique García, que debe guardar en el disco duro de su memoria momentos memorables de la historia andaluza, en especial los vividos con aquel presidente cuyo espíritu habría que recuperar: Rafael Escuredo. Bien por Carmen Laffón y más aún por Antonio Banderas. Me cae bien Antonio desde que era un meritorio en la movida. Es una persona digna, andaluz sin fisuras, y presumo que más temprano que tarde se vendrá a España para siempre para asumir la defensa de nuestro cine, del buen cine. Soy andaluz y tú haz lo quieras, pero si haces daño a mi tierra ni te cuento lo que sería capaz de hacer.