El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dicho -en su balance anual- que a España "le sientan bien las reformas democráticas". Pero no ha aclarado si la España a la que se refiere es la misma que vivimos y percibimos el resto de los españoles. No ha aclarado si es la España que hoy denuncia EL MUNDO, a cuatro columnas, en su portada, la del Gran Hermano que escudriña historiales clínicos para ver si están normalizados al catalán. Tampoco ha explicado si es la misma en las que las OPAS son tan escandalosas como la que ustedes conocen.
Y menos aún, Zapatero ha contado si esa España es la que parece avergonzarse de que sus militares profesionales, en una moderna fragata de guerra diseñada y construida en España, desempeñen labores de apoyo a un grupo de combate de la Marina de los Estados Unidos, desplegada en el Golfo Pérsico en la Guerra Global contra el Terrorismo. No si es es la España en la que, en sólo una semana, Bono ha sancionado a un coronel, a un general y a un teniente general, tal como relata La Razón.
A esa España no sé si le sienta bien reformas tendentes a limitar la libertad de expresión en todos los ámbitos -por activa y por pasiva- y que nunca ha contemplado una concentración tal de de poder e influencia en los medios de comunicación. O la indigestión de los militares ante el espectáculo estatuario (aunque Mena se pasó con eso de la intervención, ciertamente).
"Doctor ZP", la verdad, no si sé si España se ha mirado al espejo esta mañana, pero tengo la impresión de que el "doctor" Zapatero debe andar mal del oído porque por toda España se oye decir: "¿Qué me pasa doctor? Creo que algo no me ha sentado bien". Tendré que ir al baño y tomar más fibra. Qué asco.