Cristina Narbona, la ministra de Medio Ambiente, no sabe la que le han montado sus chicos de Costas en Cádiz ¿o si lo sabe? Como yo defiendo la presunción de inocencia, creo que la ministra no se ha enterado de la copla. Este año, según Costas, se ha acabado el cachondeo de la playa, el negocio de la playa, los conciertos en la playa, las actividades lúdicas, hasta el entierro de la caballa que hacemos todos los años en la popular playa de La Caleta, y las populares barbacoas del Trofeo Carranza corren peligro. La medida, que ha cogido al PSOE gaditano fuera de juego,ha provocado cabreo monumental en ciudades que viven literalmente de la actividad costera. Cádiz capital centra su actividad veraniega de ocio en torno a la playa de La Victoria y las restricciones de Costas, en año preelectoral, suenan muy rarito.
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