27 jun 2006

El porquero de Cai


Artículo publicado hoy en EL MUNDO, rubricado por Javier Caraballo, sobre la columna de opinión que ayer lunes insertó el diario EL PAÍS, cuyo autor es Fernando Santiago, jefe de prensa de la Diputación de Cádiz y presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz y la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa.

EL PORQUERO
En el país de todo al revés, ya salió el porquero para defender la verdad de Agamenón. No como en Juan de Mairena, claro. Esta es la versión andaluza. Que no es éste el porquero disconforme de Machado: “La verdad es la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero. Agamenón: Conforme. El porquero: no me convence”.
El porquero de Juan de Mairena se rebelaba contra su amo porque sabía bien que, a pesar de la tautología, una cosa es la verdad del poder y otra muy distinta es “la verdad”. Podría hacerse el mismo ejercicio con “la realidad”, que no es la misma la de Agamenon y la de su porquero. Evidente. Por eso, el gesto de rebeldía que no existe en este país de todo al revés. Aquí, ya ven. “Agamenon: Conforme. El porquero: Lo que usted diga”. Pues nada.
Otra pincelada más del mismo color en este cuadro asfixiante de la autonomía andaluza. Ahora, el presidente de las asociaciones de periodistas sale en defensa del único presidente de un gobierno en España que se ha querellado contra unos periodistas. Incluso cuando la singularidad del caso se eleva con el sutil detalle de que no existe precedente judicial de una fianza de ese montante por un pleito de injurias por honor. 700.000 euros y el tipo lo llama “incidente procesal”.
O sea. Como representantes de periodistas no han tenido ni la decencia de preguntar. Ni como socio ni como nada. Ni una vez. En cinco años. Qué esperar. El porquero. Podría haberle preguntado a alguno de sus amigos periodistas en Cádiz. O podría haberse planteado por qué Chaves le pide la máxima pena a EL MUNDO por reproducir una frase y exculpa de todo al autor de esa frase. Pero no. En fin.
El caso es que, en estos días, cuando tantos han enviado mensajes de aliento, siempre les he contestado que no escribiría ni una línea de opinión hasta que haya sentencia. Como de lo que se trata es de enjuiciar la labor periodística de EL MUNDO en la denuncia del espionaje de las cajas de ahorro, lo fundamental es recordar, paso a paso, todo lo que se hizo, antes, durante y después de la publicación de la noticia.
Al juez, en la declaración, le dijimos: “Lo único que podemos contar es el proceso de elaboración de una noticia”. En eso seguimos. Incluso con el desaliento grande que provoca este ejército especialista en curtir mentiras. Utilizando todos los flancos. Ahora el porquero. Uff.Aun así, repetimos: No es cierto que un juzgado “haya determinado que la cinta de vídeo estaba manipulada” en el sentido que se utiliza, es decir, falsificada. No es cierto. No es verdad que la información que ofreció este periódico “se haya demostrado infundada”. No es verdad. Lo diga Agamenon, su porquero y todos los que comen de la misma servidumbre.