Le conozco bien porque supo mantener el tono, la talla y perseveró en el caso de la fragata Álvaro de Bazán, que participó en misión de "guerra global contra el terror" junto a la flota estadounidense en aguas del Golfo Pérsico. Y le conozco bien porque fue delegado del Gobierno de Aznar en Galicia en uno de sus momentos más duros: la crisis del Prestige. Se llama Arsenio Fernández de Mesa, es diputado por A Coruña y llevará la voz cantante en esta polémica del Sierra Nava, más grave por los indicios de su pésima gestión que por los daños medioambientales, imposibles de estimar en estos momentos. Está claro que en Algeciras no hay tanto chapapote como en las costas gallegas. Gracias a Dios. Pero lo que está en tela de juicio es la gestión de la crisis por parte de Fomento y las autoridades marítimas. Independientemente de lo patético que resulta ver el grado de descoordinación de Fomento.