Los bodegueros son unos cuantos, los españoles son más. Es lo que piensa la ministra de Sanidad, Elena Salgado, lo ha dicho en el programa progre favorito de ellos. Pero el vino es cultura y alimentación, no es botellón, ministra. Salgado no ha pasado un buen día, insiste en que ella es la que ha retirado la ley, que ahora es como si no existiera. El freno a la ley no lo ha metido Madaleno, sino Zapatero, con buen juicio (que lo tiene aunque algunos insistan en lo contrario todas las mañana) y prudencia porque el personal estaba estupefacto con esa ley. Los botellones y megaborracheras en España, que tan perplejos tienen a otros países, tienen responsables conocidos. Están en casa y en los despachos.