Creerse que uno es Dios es una soberana idiotez. Conozco a un políticastro tocapelotas que desprecia el carácter indómito, endiabladamente perverso de algunos periodistas (varios) sin patria ni miedo. No tienes de idea de lo cerca que puede estar el final de tu carrera política si no te cortas un poquito, pichita de oro (así te conocen, lo siento). Cierra y vuelve a abrir los ojos, que estás leyendo lo que estás leyendo y juro que no es una vacilada que algunos estamos hasta los cojones de tí, tus bravuconadas y de todo. Somos buena gente pero no idiotas. Verás chaval, cuando se tiene poco que perder, los héroes son extremadamente peligrosos. Recuerdo las aventuras del Capitán América, con su escudo, su disfraz algo pasado de moda y su proverbial forma de meterse en lios, luchando contra los nazis. Es que, como mi amigo Rogers, no aguanto a este tipo de gente y como no soy el único, pues eso, cuidado, que en Sevilla o Madrid te resbalas por menos de nada y acabas sacando lustre a los botines del jefe. Buenassss