Hoy se hablaba en el Parlamento Andaluz, en la Comisión de Innovación, de asuntos trascendentes, del grado y eficacia de las subvenciones, de Santana Motor, de Delphi, de la economia andaluza. Tres periodistas, el gabinete del consejero Vallejo, poco más. Un ujier celoso de su trabajo. Y elEconomista. Un asesor conversa con un parlamentario de la oposición y mira al sorprendido periodista que osa preguntar por qué hay tan poca gente. Uno responde: "Fácil, están las dos agencias, la comparecencias importantes se dejan para última hora, luego se envia una nota bien preparadita, las agencias las reproducen y voilá, todo controlado. Hubo un tiempo en el que ahí" -y señala las sillas para la prensa e invitados- "no cabía un alfiler". Hay pocos periodistas. Y más triste aún son los bancos vacios de sus señorías. ¿No les pagan para trabajar? Solo algunos. Vallejo da la vuelta al ruedo, corta dos orejas y hasta se parte de la risa de una intervención, con la sonrisa cómplice del presidente, no obstante generoso con los tiempos concedidos para cada intervención. ¿Oiga?-dice el periodista- ¿y no podrían dar esto por internet, como hacen con los plenos? Todos sonríen. El consejero Vallejo, que dirige la consejería más 'elástica', presupuestariamente hablando, desvela que el grupo Génesis se instalará en la Bahía de Cádiz. Vallejo asume lo justo tras el episodio del Plan Fernández. El día que su compañero, el consejero de Empleo Antonio Fernández, se pasó tres pueblos contando en Cádiz lo que no había contado en Sevilla sobre las empresas que iban a salvar a los trabajadores de Delphi, Vallejo telefoneó al presidente del comité de Delphi y le pidió disculpas. Como si la estrategia de Fernández fuera cosa suya. Les dejo lo de la nueva empresa, el Génesis tras el Apocalipsis industrial. Los trabajadores de Delphi, a esa misma hora, salen desesperados de la reunión con la multinacional.