Viernes, al fín. Si lees el encabezado de este blog sabrás que aquí no solo escribe el autor cuando le viene en gana. Somos varios, tres exactamente, dos y una. Este comentario lo escribo yo, que no soy ninguno de los dos ¿estamos? Pepe es una gran persona, por encima de todo. Si es buen periodista o no (a mí no me cabe duda alguna)eso lo deciden sus lectores, pero sé que no guarda rencor hacia quienes hace un año, de una forma que el nunca quiso contar, le hicieron daño alejándole de algo que ama profundamente: hacer radio. Algo que tenía en la punta de los dedos. Ellos se lo pierden. Mediocres. Viene esto a colación porque si lo consiguiera volvería a darnos ilusión a diario, fuerza para salir adelante. Le recuerdo en la SER, haciendo sus informativos.
Y en Onda Cero, capítulo aparte de no ser por un director melifluo que le tenía gran envidia sin razón alguna. Un tipo ya prejubilado, gracias a Dios. Este comentario es para que Pepe, que ahora ha encontrado un equilibrio y el amor que merece (el que todos tendremos alguna vez) se anime y confíe más en los que le rodean, pocos pero buenos. Pero debería volver pronto a la radio. Recuerdo con nitidez la forma tan especial en la que se despidió de Onda Cero Jerez y sus comentarios, valientes y comprometidos. Pepe, ya te has dado cuenta de que no hay mal que cien años dure, querido amigo, y sé que pronto volverás a hacer radio. Tienes un gran corazón, compañero, pero las buenas cosas se hacen esperar. Yo te aprecio mucho, aquí estoy.Y te queremos como tú eres. Sé que adoras esta canción, que la ponías mucho en aquella Radio Jerez de la calle Caracuel, en aquellos fines de semana de turnos que nadie quería ¿verdad?