Estos políticos, a un lado y otro, deben creerse que los ciudadanos se chupan el dedo. La decisión de Rajoy de no contar con Ruiz-Gallardón no implica una "derechización" del PP (lo que dice el triste Llamazares sin ver que su nave se hunde sin remedio) ni una hecatombe, ni apaga el éxito de haber fichado (yo diría que sacado) a Pizarro. Es, simplemente, una decisión política del presidente de un partido. Aznar optó por Rajoy y no por Rato. Rajoy opta ahora por apartar a Gallardón. Los efectos se verán más adelante, si los hay, claro. Pero el poder está para ejercerlo y ni siquiera la izquierda desunida se cree eso de que las asambleas son soberanas. Así son las cosas. Es la política. Rajoy considera que tanto Gallardón como Aguirre tienen que hacer lo que tiene que hacer, son alcalde y presidenta. ¿No tienen suficiente con ello? Lo que pasa es que las normas están para cumplirlas y las excepciones van a ser muy difìcil de justificar. O no, que para eso Rajoy es gallego puro. Gallardón ha afirmado hoy que "en política unas veces se gana y otras se pierde", y en este sentido ha reconocido que él ha sido "derrotado". Pues vale, pero lo que nadie se ha dado cuenta es que supedita su futuro político (irse o quedarse) a lo que pase el 9 de marzo y luego ha pedido a los electores que voten a Rajoy. Esa es la clave, porque si Rajoy pierde, la catarsis en el PP será irremediable. El senador y ex presidente de la Xunta de Galicia Manuel Fraga ha afirmado que de confirmarse el abandono de la política por parte del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, tras no haber sido incluido en las listas del partido por Madrid para las próximas elecciones generales, sería una "mala noticia".Dice Pablo Sebastián que "Y si este abandono de la política, y del PP se entiende, de Gallardón se lleva a cabo, nadie descarta que más adelante el alcalde intente formar un nuevo partido de centro, liderando un nuevo proyecto político en el que podrían participar, muchos ciudadanos y otros dirigentes políticos, tanto del PSOE como del PP". Ostras...
Jesús Cacho difiere del optimismo de Losantos y en su confidencial sentencia: "Lo ocurrido ayer se explica enseguida, en tanto en cuanto supone, en la misma recta de llegada electoral, un brusco giro a la derecha del Partido Popular con desprecio a las posiciones de centro, justo lo contrario de lo que necesitaba Rajoy para derrotar a Rodríguez Zapatero. La decisión adoptada ayer en Génova es, en mi opinión, una malísima noticia para el PP y un grave error de Rajoy, seguramente el error que le va a hacer perder las elecciones del 9 de marzo a la derecha española. Alea jacta est: tenemos Zapatero para otros cuatro años".
