(Viñeta de Ropo en el blog Vivan las caenas)
Es mi pregunta. El enorme aparato mediático al servicio del nuevo régimen, que se tambalea por la economía, amortigua el ruido de las elecciones andaluzas que, una vez más, coinciden con las generales. Los grandes medios de comunicación nacionales -públicos y privados- apenas se hacen eco del debate abierto en nuestra comunidad, donde pocos (y menos en la dócil prensa andaluza) se atreven a alzar la voz ante el principal anunciante: la Junta de Andalucía.
Sin embargo, la decisión de hacerlas coincidir, por ese miedo escénico de Chaves a que haya un debate exclusivo sobre temas andaluces, puede que no sean tan buena ¿Y si las cañas se vuelvan lanzas? Porque si Mariano Rajoy gana las elecciones la ola puede ser de tal calibre –a eso se sumaría el hartazgo de un cuarto de siglo de gobiernos socialistas en Andalucía- que dejaría a Chaves con menos recursos que una patera de pobres subsaharianos con temporal de fuerza siete en el Estrecho.
No entiendo como nadie ha denunciado la exclusión, de la iniciativa de You Tube y TVE (inspirada por Lorenzo Milá al estilo del You Choose en las presidencias de Estados Unidos), de las elecciones andaluzas. Me dicen en Google que socialistas y populares andaluces no han mostrado excesivo interés por la idea de TVE & You Tube, pero eso no debería importar ¿no?
Si Zapatero fue presidente y no se lo esperaba ¿imaginan un vuelco en Andalucía y que Arenas se vea al mando de la nave? Menudo marrón. Porque desmontar el sistema clientelar instaurado en Andalucía, la telaraña de intereses, será complicado. Una leyenda urbana atribuye al sevillano Alfonso Guerra, durante su etapa de vicepresidente, que determinados informes se elaboraran siempre en folios sin membretes y que incluso se hicieran distintas versiones con ligeros cambios para detectar qué funcionario o departamento los filtraba.
Dicen ahora que las trituradoras funcionan más de lo normal en la Junta. Les propongo que tiren los papelillos, porque me vienen de perlas para el Carnaval de Cádiz.
Sin embargo, la decisión de hacerlas coincidir, por ese miedo escénico de Chaves a que haya un debate exclusivo sobre temas andaluces, puede que no sean tan buena ¿Y si las cañas se vuelvan lanzas? Porque si Mariano Rajoy gana las elecciones la ola puede ser de tal calibre –a eso se sumaría el hartazgo de un cuarto de siglo de gobiernos socialistas en Andalucía- que dejaría a Chaves con menos recursos que una patera de pobres subsaharianos con temporal de fuerza siete en el Estrecho.
No entiendo como nadie ha denunciado la exclusión, de la iniciativa de You Tube y TVE (inspirada por Lorenzo Milá al estilo del You Choose en las presidencias de Estados Unidos), de las elecciones andaluzas. Me dicen en Google que socialistas y populares andaluces no han mostrado excesivo interés por la idea de TVE & You Tube, pero eso no debería importar ¿no?
Si Zapatero fue presidente y no se lo esperaba ¿imaginan un vuelco en Andalucía y que Arenas se vea al mando de la nave? Menudo marrón. Porque desmontar el sistema clientelar instaurado en Andalucía, la telaraña de intereses, será complicado. Una leyenda urbana atribuye al sevillano Alfonso Guerra, durante su etapa de vicepresidente, que determinados informes se elaboraran siempre en folios sin membretes y que incluso se hicieran distintas versiones con ligeros cambios para detectar qué funcionario o departamento los filtraba.
Dicen ahora que las trituradoras funcionan más de lo normal en la Junta. Les propongo que tiren los papelillos, porque me vienen de perlas para el Carnaval de Cádiz.
*Publicado hoy en EL ECONOMISTA.