Conozco al empresario José Antonio López Esteras hace muchos años. Son tiempos difíciles y ha tenido que suspender pagos en dos de sus empresas. ¿Crisis? Que ZP hable de "desaceleración" y de lo que le parezca oportuno, pero la realidad es que el listado de empresas que van cayendo crece por momentos, aunque unos tienen ayuda de quien todos sabemos y otros no. Como sabéis, las empresas Inmobiliaria Amuerga, S.L., y Jale Construcciones, S.A.U. han decidido presentar de manera voluntaria la solicitud de Concurso de Acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz el pasado 26 de febrero. Estas empresas forman parte del Grupo JALE, siendo estas compañías las únicas que se acogen a esta figura jurídica dentro de las varias sociedades que pertenecen a este holding familiar.
La causa de esta decisión es la imposibilidad de atender a corto plazo los compromisos de pago, y ello debido principalmente a la situación de estancamiento en el mercado inmobiliario, la situación de desconfianza general de las entidades financieras, y los retrasos en las aprobaciones de determinados proyectos inmobiliarios. Esta situación se entiende como claramente coyuntural, ya que la situación patrimonial de estas empresas es sólida.
Las compañías prevén intensificar sus esfuerzos en un ambicioso plan de desinversión en activos inmobiliarios, consistente básicamente en suelo residencial y terciario, así como hoteles, que permita disminuir su deuda con las entidades financieras y garantizar la continuidad de las actividades afectadas por esta decisión. Los administradores de ambas sociedades lamentan el daño que esta decisión que se han visto abocados a tomar por las causas anteriormente expuestas pudiera causar a terceros y confían en que la decisión adoptada no afecte al mantenimiento de las actividades principales de ambas sociedades manifestando su firme voluntad de darles continuidad". (Foto de José F. Ferrer)
La causa de esta decisión es la imposibilidad de atender a corto plazo los compromisos de pago, y ello debido principalmente a la situación de estancamiento en el mercado inmobiliario, la situación de desconfianza general de las entidades financieras, y los retrasos en las aprobaciones de determinados proyectos inmobiliarios. Esta situación se entiende como claramente coyuntural, ya que la situación patrimonial de estas empresas es sólida.
Las compañías prevén intensificar sus esfuerzos en un ambicioso plan de desinversión en activos inmobiliarios, consistente básicamente en suelo residencial y terciario, así como hoteles, que permita disminuir su deuda con las entidades financieras y garantizar la continuidad de las actividades afectadas por esta decisión. Los administradores de ambas sociedades lamentan el daño que esta decisión que se han visto abocados a tomar por las causas anteriormente expuestas pudiera causar a terceros y confían en que la decisión adoptada no afecte al mantenimiento de las actividades principales de ambas sociedades manifestando su firme voluntad de darles continuidad". (Foto de José F. Ferrer)