Me reprochan que no hable más de El Puerto de Santa María. Ni un problema, porque en unos días pasaré a frecuentar sus ambientes más diversos como residente temporal en el bello municipio gobernado por el PP (eso creo). De toas fozmaz suelo leer con fruición ese ácido blog que se llama Puerto Harto, que noto un poquillo más light en las noticias y más heavy en los comentarios (increíbles, oiga usté). Pero lo que no me esperaba es el reciente descubrimiento arqueológico de los tiempos de las momias...Neferpatri, la faraona de El Puerto de Santa María. Recibo habitualmente todas las notas de prensa, pero he sabido, de fuentes bien regadas con fino portuense, que mi nombre no aparece en las listas de protocolo de alcaldía (¿quizás por consejo de Darth Vader Sanz?), con lo que nunca se acuerdan de mí. Como no creo que subsanen el error y mi ego pasa de tó, así no tengo que ir a los toros de gañote, ni comer croquetas que te queman el cielo de la boca y mucho menos hacer genuflexiones, que el cuerpo no está para muchas jotas. Ahora bien, el JD con mucho hielito en el pub de mis amores de la ribera no lo me quita naide.