Lo escucho cada vez por más lugares, si las cosas no le fueran bien al secretario general del PP-A, Antonio Sanz (en Cádiz, las relaciones con Teófila Martínez están rotas hasta puntos realmente alucinantes, cuentan) una eventual salida sería crear un equipo a su medida y concurrir a las elecciones municipales por su nuevo pueblo de residencia. Bien pensado, Sanz ejerce una influencia notable en el equipo de gobierno portuense, amarrado por el voto de oro de Fernando Gago, aunque hay quien en el PP reinante intenta un desmoronamiento en toda regla de IP y su posterior integración popular. No sé si Sanz, que se hace el remolón para contestar al teléfono de viejos amigos que tanto saben de él sin contarlo, estará al tanto, pero más le vale. El Puerto es engendro suyo, igual que Chiclana. Y en la primera ciudad el estilo va siendo cada vez peor, mientras que en la segunda el PSOE tambalea al equipo cuatripartito de Ernesto Marín, donde ven con recelos la subida en popularidad, pese a todo, de José Pedro Butrón. Hay algunos movimientos en el PSOE, con su habitual capacidad de ocupar todos los espacios posibles, tendentes a crear un futuro equipo de relevo 'limpio' en el que jugaría un gran papel José Pedro Butrón, abocado a dejar las siglas IU-CA, buscar otras y crear ya su propio partido porque en las próximas municipales no podrá usar las de la coalición. A no ser que el PSOE (más dificil fue lo de Barroso y ya ven, 'domesticado') llegue a un acuerdo con él, basado en criterios de transparencia. Pelillos a la mar, en pocas palabras. Chiclana esconde muchos episodios del viejo socialismo gaditano.