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Anoche fui uno de los más de ochenta mil asistentes al concierto de
Soraya (pica en la foto del público), la reina del
cover, y de
la extraña generación de OT de este año (con mi admirada
Virginia), siglas que coinciden con la
Operación Teófila. Curioso ¿no? Y por allí estaban, en el pacto de prensa e invitados, los chicos y chicas de la generación
OT (la de
Teo), entre ellos
Juan José Ortiz (hecho un brazo de mar y moreno),
Jorge Moreno (éste está moreno todo el año, aunque no me saludó, raro, con el aprecio que nos tenemos desde hace años),
Vicente Sánchez,
Evelio Ingunza (el más joven y elegante de todos), y
Chano, el jefe de prensa municipal, más feliz que un ocho con lo bien que aguanta los viajes su niño, que cumple un año estos días. La
Operación Teófila, cada verano, es un pelotazo, porque la playa es un escenario ideal para los conciertos (no para las barbacoas, lo siento, coincido en que hay que acabar con ellas) y porque este año, al reunir en tres días el festival
Cádiz Latino, se abaratan costes y se va hacia el verdadero festival latino que debería ser de cara al
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Doce (¿qué tal si nos traemos artistas de la otra orilla
Teo?). La
Operación Teófila pone de los nervios a la lamentable oposición municipal, que en vez de dejarse ver a diestro y siniestro por allí, pasó algo desapercibida, la verdad.
¿Dónde está Román, Rafael? De hecho, la espectacular Soraya (una mezcla entre
Tina Turner, Grace Jones, Liza Minnelli y Mónica Naranjo) no se cortó un pelo en mecionar a Teófila y darle las gracias. Por lo demás me encontré con
Carmen Pastrana (de negro funeral y bronceadita),
Juan Ramón Gómez (ahora en Radio Intercontinental), un excelente compañero que, de haber seguido en
Onda Cádiz (¿es cierto que ya no hay mando bicéfalo?), no habría dudado en traérmelo de vuelta a su tierra. No le perderé la pista porque la vida da muchas vueltas y buenas voces hay pocas, y menos buenas personas a la vez. Tampoco me olvido de mencionar a
Inma Macías y a su guapa hija, más feliz ahora con el nuevo trabajo de su madre. Y a
Carmen Segura, siempre sonriendo y educada, periodista del área de Cultura municipal. Me alegré especialmente de ver a mi amigo
Manolo Fernández (suyas son las fotos de este artículo), a quien deseo siempre lo mejor. El saludo de
Antonio Rosón, el máximo jefe de la Policía Local, me resultó frio. Parecía preocupadillo por el gentío (no pasó nada grave, gracias a Dios y a las 100 personas de la seguridad).
Teófila Martínez sigue siendo uno de los principales valores del
PP en Andalucía y, a juzgar por el escaso trabajo de los ediles de la
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oposición y si
PP Blas sigue currando de lo lindo y otros comienzan a hacerlo en serio, lo cierto es que le quedaría otro mandato tranquilito, aunque la verdad, está cercada por todos lados. Siempre que me preguntan sobre ella digo lo mismo, que es una de las personas más trabajadoras que conozco, que necesita más de un asesor de confianza y que su trayectoria en Andalucía fue demasiado corta, llena de obstáculos de compañeros cercanos. No tengo dudas de que si el PP volviera al poder,
Teófila podría ser ministra. Lo pudo ser, pero aquel tren pasó de largo con otras que no tuvieron mucha suerte que digamos. Lo importante en la vida es lo positivo, no perder de vista a los mediocres y desconfíar de lisonjas baratas y peloteos interesados. Y tirar palante, siempre palante en defensa del interés general. El tiempo cura todas las heridas. La primera canción se la dedico a Teo, por los buenos tiempos que pasamos en San Juan Dios. Los otros ya están olvidados. La segunda, de Soraya, se la dedico a la persona que centra mis ilusiones, grande, la mejor siempre. Menos mal que no regresé a Madrid. Cádiz no tiene la culpa, fue la razón. Una suerte para conocerte.
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Anoche fui uno de los más de ochenta mil asistentes al concierto de Soraya (pica en la foto del público), la reina del cover, y de la extraña generación de OT de este año (con mi admirada Virginia), siglas que coinciden con la Operación Teófila. Curioso ¿no? Y por allí estaban, en el pacto de prensa e invitados, los chicos y chicas de la generación OT (la de Teo), entre ellos Juan José Ortiz (hecho un brazo de mar y moreno), Jorge Moreno (éste está moreno todo el año, aunque no me saludó, raro, con el aprecio que nos tenemos desde hace años), Vicente Sánchez, Evelio Ingunza (el más joven y elegante de todos), y Chano, el jefe de prensa municipal, más feliz que un ocho con lo bien que aguanta los viajes su niño, que cumple un año estos días. La Operación Teófila, cada verano, es un pelotazo, porque la playa es un escenario ideal para los conciertos (no para las barbacoas, lo siento, coincido en que hay que acabar con ellas) y porque este año, al reunir en tres días el festival Cádiz Latino, se abaratan costes y se va hacia el verdadero festival latino que debería ser de cara al .jpg)
Doce (¿qué tal si nos traemos artistas de la otra orilla Teo?). La Operación Teófila pone de los nervios a la lamentable oposición municipal, que en vez de dejarse ver a diestro y siniestro por allí, pasó algo desapercibida, la verdad. ¿Dónde está Román, Rafael? De hecho, la espectacular Soraya (una mezcla entre Tina Turner, Grace Jones, Liza Minnelli y Mónica Naranjo) no se cortó un pelo en mecionar a Teófila y darle las gracias. Por lo demás me encontré con Carmen Pastrana (de negro funeral y bronceadita), Juan Ramón Gómez (ahora en Radio Intercontinental), un excelente compañero que, de haber seguido en Onda Cádiz (¿es cierto que ya no hay mando bicéfalo?), no habría dudado en traérmelo de vuelta a su tierra. No le perderé la pista porque la vida da muchas vueltas y buenas voces hay pocas, y menos buenas personas a la vez. Tampoco me olvido de mencionar a Inma Macías y a su guapa hija, más feliz ahora con el nuevo trabajo de su madre. Y a Carmen Segura, siempre sonriendo y educada, periodista del área de Cultura municipal. Me alegré especialmente de ver a mi amigo Manolo Fernández (suyas son las fotos de este artículo), a quien deseo siempre lo mejor. El saludo de Antonio Rosón, el máximo jefe de la Policía Local, me resultó frio. Parecía preocupadillo por el gentío (no pasó nada grave, gracias a Dios y a las 100 personas de la seguridad). Teófila Martínez sigue siendo uno de los principales valores del PP en Andalucía y, a juzgar por el escaso trabajo de los ediles de la .jpg)
oposición y si PP Blas sigue currando de lo lindo y otros comienzan a hacerlo en serio, lo cierto es que le quedaría otro mandato tranquilito, aunque la verdad, está cercada por todos lados. Siempre que me preguntan sobre ella digo lo mismo, que es una de las personas más trabajadoras que conozco, que necesita más de un asesor de confianza y que su trayectoria en Andalucía fue demasiado corta, llena de obstáculos de compañeros cercanos. No tengo dudas de que si el PP volviera al poder, Teófila podría ser ministra. Lo pudo ser, pero aquel tren pasó de largo con otras que no tuvieron mucha suerte que digamos. Lo importante en la vida es lo positivo, no perder de vista a los mediocres y desconfíar de lisonjas baratas y peloteos interesados. Y tirar palante, siempre palante en defensa del interés general. El tiempo cura todas las heridas. La primera canción se la dedico a Teo, por los buenos tiempos que pasamos en San Juan Dios. Los otros ya están olvidados. La segunda, de Soraya, se la dedico a la persona que centra mis ilusiones, grande, la mejor siempre. Menos mal que no regresé a Madrid. Cádiz no tiene la culpa, fue la razón. Una suerte para conocerte.
