Carpe Diem. Andamos montando una tertulia, para vernos, hablar y rajar de los miserables, echar unas risas y contarles las batallas del abuelo y la abuela Cebolletas a los más beibis. Menuda semana hemos tenido algunos, ni en mis mejores tiempos de asesor en Madrid, puro nervio, temitas, tensión, investigación en serio y cierres de última hora a velocidad de vértigo. Periodismo en estado puro. Pero tanta gente japuta por esos mundos de Dios que hemos de andar con cuidado, nada es lo que parece y lo que parece no lo es. Y no es un juego de palabras, y a veces te cruzas con un fantasma con del pasado, que te devuelve al presente y asumir eso, Carpe Diem. Das gracias a Dios por quien te ama de verdad. Todo pasa. Llevo unos días escuchando a The Grillo, en mi fiel Honda, en el Ipod, en el portátil, el fijo y donde puedo, algo de rock español pa el alma rota. Al menos la tarde me ha hecho sonreir, me puse a buscar, no daba con ella, va vestida de negro, y siempre es fiel, pero la encontré y esta casi llena. Mi botella de Jack Daniels y una buena canción, que os dedico a todos los que aún aprenden a vivir. Es sábado, cojones, dáte un piro y respira que la tarde está de miedo... (¿Otro vídeo de The Grillo?)