Llegado este momento sereno de la campaña quisiera hacer algunas reflexiones desde este blog. Ya he ganado. No me refiero a las elecciones de la Asociación de la Prensa de Jerez, donde vuestro voto -queridos compañeros y compañeras- es libre. Creo que he ganado porque no es fácil haber reunido a un grupo plural de profesionales libres, luchadores, independientes (hasta donde podemos, la verdad), con experiencia y responsabilidad. No es fácil. Llevo muchos años en el periodismo para no apreciar la calidad humana y profesional y esta candidura la tiene. Es un equipo al que, dado el momento, ficharía con los ojos cerrados, para desempeñar cualquier labor en prensa, radio, televisión o internet. Serían una redacción ideal, un equipo de producción, de redacción, de investigación, para la administración o para cualquier empeño. Ellos y ellas son mi orgullo como persona y periodista. Yo no me habría presentado de no contar con su apoyo sincero y eso me hace afirmar lo que dije antes: he ganado.
He procurado permanecer ajeno a algunas tonterías escritas por personas sin dos dedos de frente, de escaso eco mediático. Y una de ellas me ha hecho reir a carcajadas. Dicen, en un intento vano, que somos gente de despacho. Una solemne bobada porque mi despacho lo llevo en un maletín Targus. Es un ordenador HP profesional, otro Airis ultraportable, mi Blackberry, una cámara Canon (mis fotógrafos favoritos son José Rodríguez, Esteban Pérez y Pepe Ferrer), y una agenda que, eso sí, ha costado años hacer. Y mi nervioso Honda Civic.
He desempeñado todo tipo de labores, incluso ejecutivas, pero admito que como más feliz me siento es siendo reportero, pisando la calle y de eso dan fe los miles de kilómetros que me hecho, por ejemplo, estos tres últimos años como delegado para el primer diario socioeconómico de España, líder de audiencia: EL ECONOMISTA.
Claro que estoy en la calle, los que me conocen en Jerez -algunos acaban de llegar a esto- saben que siempre he estado en la calle, al pie de la noticia, mojándome hasta las trancas. Con lo que eso del despacho es una solemne bobada. Pero ya se sabe como son las campañas. Yo no tengo detrás a ningún sindicato y menos aún a un partido fracasado, pero muchísimo menos a un grupo editor. Es la realidad, la verdad, y lo lamento por ellos.
Antes al contrario, lo que si he sufrido estos días es la injerencia intolerable en la campaña de un personajillo con amplia responsabilidad institucional, sin valores algunos, que ha intentado mover sus hilos -actuando, dice él, en nombre de una venerable institución local, lo que es mentira- para que el voto fuera a la otra candidatura. Eso es jugar con ventaja. Yo no puedo insertar publicidad a discreción, no hablo con editores para que reprendan a sus redactores y menos aún presiono, como al parecer se ha hecho (eso me cuentan), para que se vote a uno o a otro.
Estoy feliz porque he ganado el apoyo de mis compañeros y compañeras. Y porque hemos creado un grupo capaz de enfrentarse a todo. Y por el enorme esfuerzo que siempre sufren los que tengo más cerca. Porque este tiempo que hemos dedicado en estas semanas a montar la candidatura y, sobre todo, a buscar los apoyos necesarios para cumplir las promesas (no hay que olvidarlo, hay que cumplirlas), se lo he robado a mi familia. Pero en casa tengo mi principal apoyo en estos momentos y les doy las gracias de todo corazón. Sobre todo a Mary, la persona que me hace mejor cada día.
Me han preguntado estos días muchos compañeros que si me merece la pena todo este tirón, este desgaste. Y les he contestado afirmativamente, creo que puedo defender con garantías a mi profesión en estos momentos. Los que se oponen a que ganemos saben que será así y quizás por eso recurren al juego sucio y a las zancadillas. Ellos mismos, porque todo se termina sabiendo tarde o temprano y ya conocéis esa manía mia de la libertad de expresión. Gracias por leerme. Y necesito vuestro voto el día 13 porque, entre otras cosas, nadie gana hasta que no se hace el recuento. Y porque merecemos vuestro apoyo, trabajaremos duro por todos. Seguro. La foto me la hizo José Rodríguez en Córdoba, gracias compañero. La canción es de Neil Young, Heart of gold. Aprenderé a tocarla cuando pueda, lo prometo. Y pronto volveré a la radio, si nada se tuerce, para transmitiros todo esto y más.