Foto José Rodríguez
Andalucía es pionera en España en políticas de igualdad de género, que aplica a los presupuestos de la comunidad autónoma desde 2005, y ahora debe esforzarse también en ser la "vanguardia" en esta materia necesaria para "fortalecer la cohesión social". Y lo ha dicho ane Carmen Martínez Aguayo, que cuando era viceconsejera de Economía y Hacienda, destacó por la incorporación de la perspectiva de género a la realización de los presupuestos de la comunidad, para lo cual creó y presidió la Comisión de Evaluación de Impacto de Género en las cuentas autonómicas. Martínez Aguayo, nacida en Madrid en 1953, es licenciada en Medicina y Cirugía y especialista en Puericultura y Medicina Familiar y Comunitaria. Anteriormente, también ocupó diversos cargos de responsabilidad en el ámbito sanitario, como los de directora gerente del Servicio Andaluz de Salud (1996-2000), directora general del Insalud (1994-96) y subdirectora general de Atención Especializada del Insalud (1993-94). Una experiencia en la gestión que le ha hecho acreedora de la confianza del presidente andaluz, quien ha puesto en sus manos la cartera de Economia y Hacienda. Hoy, en la edición de papel de EL ECONOMISTA, publicamos un perfil sobre la nueva consejera.
Y hoy, precisamente, ha compartido protagonismo con el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en la inauguración de la tercera conferencia de Economía y Presupuestos en clave de genero, que se celebra en Sevilla. En su intervención ante más de 1.100 participantes, en su mayoría mujeres, Griñán ha hecho hincapié en la necesidad de avanzar en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y en que llegue a ser una "realidad cotidiana". Ha defendido los beneficios que supone para el progreso social la igualdad real entre hombres y mujeres y ha asegurado que la competitividad no se basa ahora en el factor capital o en la tierra sino en las personas y en el conocimiento, por lo que "para ganar ese desafío hay que contar con unos y con otras".
"Todo el dinero invertido en igualdad de oportunidades será devuelto y multiplicado", ha apostillado, y, además, -ha añadido- lograr la igualdad real y no teórica es una condición "indispensable para la prosperidad". Igualmente, ha expuesto los importantes costes sociales y económicos que supone la desigualdad y que se traducen en menos producción, menos convergencia y también hace insostenible el modelo de bienestar social a largo plazo, daña la cohesión social y debilita la democracia.
Por ello, el presidente andaluz ha insistido en la necesidad de "activar todo el potencial de recursos humanos" y para ello hay un doble reto: evitar el fracaso escolar, centrado en los hombres, y el abandono del mercado de trabajo, focalizado en las mujeres.
No obstante, ha expresado su preocupación por la "persistente desigualdad de género en la sociedad" y ha destacado el compromiso del Gobierno andaluz por avanzar en la igualdad, que es "necesaria, posible y obviamente justa".
Ha recordado la estrategia puesta en marcha por la Junta de Andalucía desde 2005 para avanzar en la igualdad de género a través de informes que miden el impacto de género en los presupuestos y programas autonómicos. De hecho, ha adelantado que está previsto incluir la perspectiva de género en el VII acuerdo de concertación social, cuya negociación inicia hoy la consejera de economía con los sindicatos CCOO y la UGT y mañana con los empresarios de la CEA.
Ha apuntado algunas actuaciones en este campo como la creación de guarderías en todos los centros nuevos de trabajo de la Junta y la apuesta por la racionalización de horarios para conciliar la vida laboral y familiar, entre otras iniciativas. Para conseguir el objetivo de la igualdad es necesario un compromiso de toda la sociedad que implique a la administración, a los agentes y organizaciones sociales y a la ciudadanía para "ser capaces de crear un espacio de igualdad y de bienestar; un lugar donde el sacrificio y el esfuerzo no permita el paso a la resignación y sí a la esperanza", ha indicado. Griñán ha concluido su intervención diciendo: "tenemos que demostrar que Balzac se equivocaba cuando decía que 'La igualdad tal vez será un derecho, pero no hay humano que alcance jamás a convertirla en hecho'".
"Todo el dinero invertido en igualdad de oportunidades será devuelto y multiplicado", ha apostillado, y, además, -ha añadido- lograr la igualdad real y no teórica es una condición "indispensable para la prosperidad". Igualmente, ha expuesto los importantes costes sociales y económicos que supone la desigualdad y que se traducen en menos producción, menos convergencia y también hace insostenible el modelo de bienestar social a largo plazo, daña la cohesión social y debilita la democracia.
Por ello, el presidente andaluz ha insistido en la necesidad de "activar todo el potencial de recursos humanos" y para ello hay un doble reto: evitar el fracaso escolar, centrado en los hombres, y el abandono del mercado de trabajo, focalizado en las mujeres.
No obstante, ha expresado su preocupación por la "persistente desigualdad de género en la sociedad" y ha destacado el compromiso del Gobierno andaluz por avanzar en la igualdad, que es "necesaria, posible y obviamente justa".
Ha recordado la estrategia puesta en marcha por la Junta de Andalucía desde 2005 para avanzar en la igualdad de género a través de informes que miden el impacto de género en los presupuestos y programas autonómicos. De hecho, ha adelantado que está previsto incluir la perspectiva de género en el VII acuerdo de concertación social, cuya negociación inicia hoy la consejera de economía con los sindicatos CCOO y la UGT y mañana con los empresarios de la CEA.
Ha apuntado algunas actuaciones en este campo como la creación de guarderías en todos los centros nuevos de trabajo de la Junta y la apuesta por la racionalización de horarios para conciliar la vida laboral y familiar, entre otras iniciativas. Para conseguir el objetivo de la igualdad es necesario un compromiso de toda la sociedad que implique a la administración, a los agentes y organizaciones sociales y a la ciudadanía para "ser capaces de crear un espacio de igualdad y de bienestar; un lugar donde el sacrificio y el esfuerzo no permita el paso a la resignación y sí a la esperanza", ha indicado. Griñán ha concluido su intervención diciendo: "tenemos que demostrar que Balzac se equivocaba cuando decía que 'La igualdad tal vez será un derecho, pero no hay humano que alcance jamás a convertirla en hecho'".