Los que saben hablan de ello bajito, los que no saben hablan con miedo a ser escuchados. Y hay quienes estamos tranquilos porque, de una forma o de otra, hay que vivir pensando que las autoridades velan por tu seguridad. Hay algo oscuro, internacional, en un asunto económico-político de enorme trascendencia en la provincia que requiere grandes dosis de tacto, prudencia y responsabilidad, porque nos jugamos mucho. Ya, pero la gente habla y habla en feria. Si uno no bebe -es mi caso- y mantiene las orejas tiesas, las conversaciones son nítidas y las confesiones, interesadas. Una vez, el ministro del Interior y diputado por Cádiz, el veterano Alfredo Pérez Rubalcaba, reunió a periodistas seleccionados por el PSOE, excluyendo a otros 'por si las moscas'. Los que no fueron se enteraron de pe a pa de todo lo dicho por el ministro en ese encuentro off the record. Y no dijimos nada de nada, a nadie, por responsabilidad más que nada no por falta de ganas. Pero algunos de los que fueron largaron fiesta sin miramientos, rompiendo el compromiso tácito de confidencialidad. Hoy circula un rumor sobre conexiones raras de un caso conocido. ¿Lo veremos publicado solo en un medio o quizás se difunda democráticamente? No sé. El tiempo dirá. O lo leeremos en medios adeptos.
