No hay mal que por bien no venga. Felipe González, muy cambiado y centrado, dejó atrás a Carmen Romero, que se presenta ahora como candidata al Parlamento Europeo. Y, por lo que se ve, le sienta bien esa nueva condición personal. Y políticamente no olvida a su ex marido, o más exactamente su gestión. Este sábado, en Cádiz, Carmen Romero señaló en su intervención que España ha estado recogiendo “lo que se sembró” durante la primera etapa del gobierno socialista y ahora, en estos momentos de crisis, “tenemos que volver a sembrar” para que nuestro proyecto de Europa “sea posible”. En este sentido, dijo que en el Parlamento Europeo, los socialistas “somos un muro frente a las iniciativas de la derecha, esas que vota Mayor Oreja cuando va”. La candidata al Parlamento Europeo destacó la importancia para la ciudadanía de las decisiones que se toman en este órgano y ha animado a la participación porque gracias a Europa “no somos la España de hace 20 años” y nos hemos convertido en un “referente” para otros países europeos que miran “con detalle” nuestra políticas.