Estos son los datos: "De cada 11 gomas (lanchas rápidas) que se ven en el río Guadalquivir se pilla una (10 por ciento). Algunas llevan unos 100 fardos. De 3.000 kilos a 3.500. Una goma de 18 metros se planta a 30 millas y se sitúa como nodriza. Llegan barcos pequeños, pesqueros y de recreo. Es muy fácil este negocio". Es lo que me cuenta un funcionario de Aduanas, de forma atropellada, resaltándole que la situación es muy grave. Y no es para tanto, se habla de cantidades de hasta 50.000 kilos de hachís en 2008 en aprehensiones por parte del Servicio de Vigilancia Aduanera. Si se multiplica por lo que no se intercepta, estaríamos hablando de MEDIO MILLÓN de kilogramos de hachís. "La infraestructura es de cojones. Muchos viven del marrón en Sanlúcar de Barrameda, es otro efecto Barbate, busquimanos que cobran 1.000 euros por ojear...o poner un botecito al pairo para no perder detalle de nuetros movimientos". La economía local de Sanlúcar de Barrameda se deteriora por momentos. "Han perdido la verguenza, a cualquier hora del día hay alijos, contrabando de droga. Saben que no los podemos parar -por velocidad- y hasta han creado zulos de gasolina. Saben su ubicación exacta, se esconden, repostan y salen a todo gas. ¿El alijo?. Cada viaje vale 50 millones de pesetas, 300.000 euros. Hace falta un sistema de coordinación real para que las gomas no vuelvan a Marruecos. Si las detenemos se corta el suministro, pero nadie nos hace caso". El pasado viernes reunimos en OC a dos diputados, Aurelio Sánchez (PP) y Salvador de la Encina (PSOE), a varios representantes sindicales, como Eduardo Carmona (SIAT), Francisco Camacho (SUP), Juan Antonio Delgado (AUGC), o líderes como Francisco Mena (Federación Provincial Antidroga, y el experto piloto Javier Collado.
