Cuando los sevillanos se ponen, se ponen. Y hay un grupo muy bien organizado en contra de la modernidad, de que se levante un icono de este siglo, la Torre Cajasol o Torre Pelli, porque lleva el apellido del arquitecto autor del proyecto. Es más, un comité de cinco expertos estudiará el impacto de la Torre Pelli, un rascacielos de casi 180 metros proyectado en la isla de la Cartuja, en el paisaje urbano de Sevilla y en el conjunto, declarado Patrimonio de la Humanidad, de la Catedral y la Giralda, el Alcázar y el Archivo de Indias. Así lo ha anunciado, en el marco de la XXXIII reunión del Comité Anual del Patrimonio Mundial de la Unesco, que se celebra en Sevilla hasta el día 30, el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, José Jiménez, quien mostró la "preocupación" de este departamento por el proyecto arquitectónico.
En la reunión de la Unesco en Sevilla, señaló Jiménez, este proyecto será uno de los 177 casos de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad cuya conservación se evaluará, pero se hará sin debate, por tratarse de un caso muy reciente con el que se ha de "proceder con el máximo rigor, y no superficialmente". Los cinco miembros que integrarán este comité de expertos son Javier Rivera, catedrático de Teoría e Historia de Restauración de la Universidad de Alcalá de Henares, que lo presidirá; Carlos García Vázquez, catedrático de Arquitectura de la Universidad de Sevilla; y Juan Miguel Hernández de León, catedrático de Arquitectura de Madrid. También estarán, designados por la Junta de Andalucía, el profesor de Arquitectura de la Universidad de Sevilla Pablo Liañez; y, designado por el Ayuntamiento de Sevilla, el ex consejero de la Junta Jaime Montaner. José Jiménez, que en conferencia de prensa recordó que la competencia patrimonial es de la Junta y la ordenación urbana corresponde al Ayuntamiento, señaló que su departamento ha mantenido conversaciones con ambas administraciones para establecer "una vía de estudio del impacto del proyecto en los bienes de Sevilla (declarados Patrimonio de la Humanidad)". La idea es que esta comisión, según añadió Jiménez, elabore un informe sobre ese impacto, para trasladarlo a la Unesco.
Según el director general de Bellas Artes, las conclusiones de los expertos habrán de ser aceptadas por las Administraciones y han de tenerse antes de un año. El Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, cuyos responsables intervienen esta semana en la reunión de Sevilla, no se ha sumado a ese comité, ya que tiene la opción de mandar a su propia inspección, lo que en la terminología de la Unesco se denomina "una misión reactiva" que, sobre el terreno, evalúa la conservación de los bienes Patrimonio de la Humanidad, y las consecuencias de sus agresiones. La embajadora María Jesús Sansegundo, presidenta del Comité del Patrimonio Mundial, que interviene en la reunión de Sevilla, calificó de "positiva" la existencia de esa comisión de expertos.