En la política no abundan los buenos asesores, que se transforman en asesinos políticos de aquél a quien sirven cuando detectan que está entrando en horas bajas, o cuando simplemente desean sucederle en el puesto. Es el caso de un político gaditano, a quien sus enemigos internos han situado asesores que le están cortando la hierba a su paso, creando socavones, induciéndole a errores continuos que amenazan seriamente su continuidad institucional. Si fuera inteligente y escuchara a quienes debe probablemente se evitaría algunos disgustos que se adivinan en lontananza. Si hiciera el esfuerzo de situarse al otro lado de la escena y contemplara con frialdad la situación seguro que llegaría a las mismas conclusiones que yo. Avisado queda. Es una pena que aquellos que no tienen problemas en sus nóminas a fin de mes no se den cuenta de lo frágil que es todo, y que todo se sabe. En fin, os dejo, me espera mi Jack Daniels y la colección de los Ramones, entusiamao estoy.
