Los periodistas Ignacio Martínez y José Joaquín León aportan hoy en los diarios del Grupo Joly dos puntos de vista sobre la conveniencia de la bicefalia socialista, de si el presidente de la Junta debe ser el secretario general del PSOE o no. Uno entrevista a Carlos Sanjuán -probablemente uno de los políticos más complicados y peligrosos de la feligresía socialista- y el otro a Francisco Vallejo, quien tras quince años en el Gobierno andaluz ha sido convenientemente apartado por razones que el hoy senador y ex consejero explica y por otras que no, que ya se irán sabiendo, creo.
-¿Qué le parece la bicefalia de Griñán y Chaves?
-Estoy convencido de que Griñán es una apuesta completa del partido, no a medias, y está claro que será secretario general del PSOE-A. En nuestro partido la bicefalia no se ha dado en los últimos años, no hay esa cultura. El debate no es ese, sino que está en la oportunidad y el momento. Hay que buscar el momento oportuno, para que los ciudadanos no piensen que los distraemos de los problemas. Griñán debe jugar un papel importante en el Gobierno, sacándonos de la crisis, y también en el partido, con una regeneración, después de muchos años de una buena gestión de Chaves como secretario general.
-¿Qué ventaja tiene la bicefalia?
-Muchas, pero esencialmente divide el poder y clarifica los ámbitos de responsabilidad. Permite la autonomía del partido; que puede ayudar a gobernar y tener voz propia. Si no, el Gobierno, que tiene más nivel de representatividad pública, acaba ocupando el lugar del partido. Lo deja sin voz.
-¿Cómo?
-Los ciudadanos no distinguen entre el presidente de la Junta y el secretario del partido, cuando son el mismo. Para ellos, habla el presidente. Y desde el Gobierno se acaba pensando que el partido no tiene más papel que el de aplaudirle.