Llevo varios días recibiendo llamadas sugiriéndome que no pierda un segundo de mi tiempo, que olvide, para siempre, a ese personaje político gaditano que no soporta las críticas, ni dentro ni fuera del PSOE. Y creo que tienen razón, porque hay gentes en el centenario partido con más interés, talante y estilo que el citado y ellos merecen mi atención desde tiempo inmemorial. Hay gentes buenas a un lado y otro del espectro político, yo les aprecio y ellos me aprecian, mal que le pese al susodicho. He leído, con gran atención, la entrevista que le hace hoy Melchor Mateo a Federico Pérez Peralta, en la que el periodista -curtido en mil batallas- no elude ni una sola de las preguntas que había que formularle al personaje, cuyo tremendo ego emerge rutilante desde la primera respuesta. Pero lo realmente increíble es este pasaje:
-¿Qué piensa cuando el presidente de la Junta califica a su partido en la capital como Cádiz-Herzegovina?
-Yo creo que lo dijo en clave de broma y no estoy seguro si se refería al local o al provincial. Considero que esa descripción no es pareja con la realidad del partido. Puede ser que alguien lea la prensa y se pregunte qué está pasando, pero la verdad es que somos un partido vivo con gente rebelde a la que no le gusta el ordeno y mando.
Creo que Griñán y Cabaña estarán contentos con su carismático líder local. Y al final de la respuesta queda claro que en su partido impera el "ordeno y mando", y que existe esa "gente rebelde". El mismo lo admite. No sé que es peor, que hubiera concedido (¿pedido?) la entrevista o que no lo hubiera hecho. Veamos otro momento vibrante:
-El PSOE lleva 14 años de penitencia en la oposición municipal. Si pudieran echar marcha atrás, ¿tomarían la misma decisión con el entonces alcalde Carlos Díaz al no dejarlo presentarse a la reelección?
-Yo entonces me mostré contrario a que quitaran a Carlos Díaz porque creía que era mejor la continuidad. Considero que a los alcaldes los tienen que quitar los ciudadanos con sus votos. Tengo claro que fue un error político, táctico y de estrategia. Al final hubo primarias entre Fermín Moral y Fernández Chacón y yo me quedé en minoría. Una vez que el partido decide una cosa la tienes acatar. Pero está claro que fue un error quitar a Carlos Díaz porque, pese a que se estaba dando un vuelco electoral en toda España a favor del PP, estoy seguro que Teófila no habría sacado la mayoría absoluta y se podría haber gobernado con un gobierno de coalición con Carlos Díaz.
Toma del frasco, Carrasco. Peralta reconoce que fue "un error político, táctico y de estrategia". Le habrá encantado este reconocimiento a otros compañeros de partido, ahora con más poder que Peralta de aquí a Lima, o Cuba. Pero con todo, la crónica más ácida, dura y real de todo lo que se dice hoy sobre el líder carismático (el mejor seguro para que el PP vuelva a ganar las elecciones, que lo que realmente no sabe como afrontar) la escribe Pepe Landi, periodista de La Voz de Cádiz, una pieza magistral (en lo que coinciden todas las personas que hoy me han telefoneado, de dentro y de fuera del PSOE) porque enciende todas las alarmas. Explica toda la historia que ha dado pie realmente al tremendo enfado de Peralta (la dimisión voluntaria de la secretaria de la Casa del Pueblo, sede del PSOE, Antonia Alvarado), que arremete contra periodistas a diestro y siniestro, en una cruzada estéril en la que acabará por hacerse daño. Landi, insisto, ejerciendo periodismo de toda la vida, dice hoy en su periódico:
"Da igual lo que digan unos y otros. Se trata de comportamientos. Una señora que, simplemente, quiere dimitir por «discrepancias» recibe todo tipo de presiones, acusaciones y desprecios del colectivo para el que ha trabajado toda su vida. Sus dirigentes están tan confundidos que aplican métodos anteriores a la caída del muro a una militante que merecería aparecer junto a un listado de consejos sobre cómo presentar una dimisión. No anunció que se iba. No quiso comentarlo. No se citó con ningún periodista. No dio detalles. Ni siquiera ahora quiere dar leña. Por eso, este texto ya no es periodismo. Es personal. Es mejor no compartir voto, taxi, café, ni saludo con gente que se comporta así. Fuera los tipos que gritan en público a una abuela que ha dado una exhibición de buenas maneras. Si han hecho llorar a una veterana qué serían capaces de hacer con un bastón de mando".
Está enfadado Pérez Peralta porque el otro día, tras leer en la emisora donde colaboro el artículo de Diario de Cádiz sobre este suceso, solicité o bien que aclarara lo sucedido o que dimitiera. Por eso, sin entrar ahora en guerras estúpidas, le sugiero a Pérez Peralta que contenga su verbo -azuzado quizás por gentes de su entorno sin escrúpulos, tal como ya comprobará en su momento- y que regrese a la ironía divertida, al sarcasmo político si quiere, al talante en las tertulias, que deje de ver fantasmas y caiga en la cuenta de que tiene un gravísimo problema. Basta con que se mire al espejo para darse cuenta de a quién me estoy refiriendo.
Resulta paradójico que, en el ejercicio de la libertad que todos los días practico en las mañanas de Cádiz, Chiqui no sepa que he sido yo quien le ha llamado y le ha traído siempre a la mesa de debate. Sin cortapisas. Es paradójico, y triste. En fin, que a todos se (nos) les calienta la boca en algún momento. Debe saber, bien clarito, que si se diera un intento en el futuro de apartar a periodistas libres del ejercicio de su profesión, usando los subterfugios que sean (que ya conocemos), tendrá su respuesta seria, respetuosa y muy contundente. Por tantas vías como sea posible. En eso estamos de acuerdo muchos. Creo que no caerá en esa tentación, máxime porque es un terreno sumamente resbaladizo. Diálogo, buen rollo y algunos cigarritos, con un buen café, lo arreglan todo. Que aprenda de Cabaña. Buenas tardes y buena suerte.
PD: Dedico esta canción al líder carismático
Landi está genial en este otro artículo: "No es partido para viejos..."