Menudo sábado, con el Duo Dinámico (Chaves & Griñan) por la mañana con su recital de la unidad que nadie se cree (el PSOE está que arde) y por la tarde noche con Garzón superstar y los niños de Eolo en Chipiona. Por medio más llamadas telefónicas que cualquier día laborable. Me cuentan de todo, como por ejemplo que hay quien en el socialismo institucional está poniendo chinitas y pelotes como camiones en el día a día de Pilar Sánchez, la alcaldesa de Jerez. Un pretoriano me cuenta cosas de empresas que no cobran y otro me larga la historia de que algún mandamás de Ikea sobre el terreno anda soltando sapos sobre la calidad de las empresas andaluzas, en una estrategia para justificar un eventual retraso en la finalización de la obra. Hombre, no todos somos como los de Alicante...ejem.
Me parto, respetuosamente, con lo de la querella de Pacheco por lo de los 45 asesores. Qué sentido del humor más negro. Aunque claro, eso le pasa a Pilar por haber hecho caso de tanto maricomplejines que le aconsejaba un perfil bajito, no dar la impresión de revancha, no ajustar cuentas, leche de cagaos que existen en todos los partidos.
Si yo hubiera sido alcalde lo primero que hago es encargar una auditoría de tomo y lomo, caiga quien caiga, adoptar luego medidas y trazar una gruesa raya dejando claro qué es responsabilidad mía y que no. Y luego pongo a trabajar a tanto periodista a sueldo para que difunda a toda la ciudadanía las cifras, los cuadros y la situación.
Y, por supuesto, en vez de enfrentarme a funcionarios habría tenido todas las reuniones precisas para que trabajen como demonios, y no me habría temblado el pulso en ajustar todo lo ajustable a los carotas y díscolos, con los sindicatos asintiendo como los perritos esos de la parte de atrás del coche (porque son responsables del desaguisado).
Pero no soy alcalde, acaso un cronista apasionado de mi pueblo. Aquí hace falta mano dura, de hierro. Y no tener miedo, aunque vamos un poco tarde. Mira tú que tienen rostro algunos que entraron por la patilla en la cosa munisipá y ahora van clamando al cielo porque les quitan lo suyo. Ahora bien, es cierto que sobran asesores, serán legales, pero sobran una jartá. Con menos, más preparaditos y preparaditas, y una dosis justa de estrategia, funcionaría todo mejor. Pero esto pasa por lo que pasa. Si Pilar Sánchez llega indemne a las próximas municipales, y es la candidata, seguro que no cae el error de contentar hasta al Tato. Cuando uno gana se rodea de los suyos y punto pelota. Y de los mejores asesores que pueda encontrar. Bye.
