Me alegra mucho que la cultura no sucumba ante la mediocridad. Le tengo gran cariño, ahora que les van bien las cosas y en los tiempos complicados también (muchos se escondían), a los hermanos Romero (Manolo y Paco). Por eso les felicito por el primer año de la librería Hojas de Bohemia.
“La inauguración de una librería –al margen de su ubicación, de su arquitectura y de su prisma decorativo- siempre supone un motivo de celebración. Un guiño inédito, una eclosión de libertades. Un grito de pluralidad. Siempre he creído que una librería –sus estanterías, sus repisas, sus anaqueles- no representa el inmueble –más o menos vistoso- donde reposan con equilibrio las obras maestras de nuestra literatura. Si no, quizás muy al contrario, el parnaso terrenal de la resurrección permanente de nuestros amigos más fieles: pongamos que hablo de Cervantes, de Quevedo, de Bécquer, de Luis Rosales, de Federico García Lorca, de Ramón Gómez de la Serna, de Vicente Aleixandre, de Terenci Moix, etcétera, etcétera”. Es lo que dijo ayer Paco Romero. Felicidades y gracias por confiar en Juan Félix Bellido, un buen amigo y periodista que está encontrando el reconocimiento y respeto que merece. (Más info)