Alejandro Sanz -
Desde hace algunos años vengo colaborando con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Jerez, en calidad de voluntario, y hoy tenemos que daros las gracias, de corazón. A las 21,30, en el Salón Don Jorge, en el Palacio de la Atalaya de Jerez, un antiguo casco de bodega rehabilitado, nos vamos a reunir unas 500 personas en la Cena Benéfica de Navidad, a beneficio de la AECC. Creo que aún quedan un par de mesas de última hora, pero ya está casi todo cubierto y estamos felices, orgullosos del apoyo recibido. Hoy se presentará la nueva junta directiva que tiene a la doctora Carmen Francisco como presidenta, un cargo merecido y que se gana a pulso todos los días, doy fe. Está retribuido con el cariño inmenso que todos le tenemos, y eso es una verdad como un castillo.La lista de colaboradores, que daremos detallada, es importante, cada uno a su manera y según sus posibilidades, no nos han fallado.
Estos días os hemos dado la lata -voluntarios y voluntarias- a muchos amigos, conocidos, familiares para que aportéis una participación modesta que es básica para la permanencia del equipo que atiende en domicilios a familias y pacientes con cáncer, al equipo de paliativos. Son también mi familia, les siento como más que amigos, José (el psicólogo) y Chispi (la enfermera) y Carmen (la doctora), en especial la tercera, a quien nunca terminaré de agradecer tantas cosas. Llevo desde 2005 escribiendo este blog y colaborando con ella, que ha hecho de la atención a los demás su vocación, su vida y su profesión.
Cada vez que llego a casa y le cuento una de esas tonterías que a los periodistas nos parecen tan grandes, de ese inframundo que creamos en los medios, a veces tan alejado de la vida real, ella me pone los pies en el suelo. Cada faena que soporto a diario en este trabajo tan ingrato que tenemos no es nada, apenas un suspiro, una mota de polvo, ante la noticia de que te vas, que te quedan pocos meses y que no sabes que has de pasarlos lo mejor posible, restañando el alma y ajustando cuentas con todo y con todo. Ellos son el equipo del alma, y muchos de los que leen este comentario saben lo que significa
Carmen está hecha de una pasta especial, en estos diez años largos ha atendido más de mil familias, los tres lo han hecho, y esa labor es tan dura, tan cariñosa, tan abnegada que no tenéis ni idea, de verdad. Los testimonios desgarradores y profundos que sienten y viven Carmen, José y Chispi terminan transformándose, en el final, en puro amor. Por eso, aunque me han fallado algunos y algunas que no entienden el valor de la cena de esta noche, a los que perdono y seguiré ayudando, os digo que estos 700 corazones que hoy nos reuniremos serán muchos más en breve, porque no vamos a parar hasta que la asociación tenga la dimensión que merece. Juntos somos más fuertes para todo. Pero siempre juntos, por favor. Os necesitamos. He grabado un pequeño vídeo para que veáis como estará el salón esta noche.