8 nov 2010

Marruecos, ese vecino que no quiere otros ojos

Las autoridades marroquíes han impedido al responsable de política internacional de Izquierda Unida (IU) y europarlamentario Willy Meyer desembarcar del avión que le ha trasladado hasta el aeropuerto de El Aaiún, donde iba a comprobar la situación de los habitantes del campamento saharaui.

La indignación del eurodiputado es mayúscula y evidencia el déficit democrático en Marruecos, algo que no puede obviarse aunque algunos simpatizantes mediáticos de la causa del país vecino estén cegados por no se sabe qué aspectos de su economía productiva.

En las últimas horas los "casi 3.700" simpatizantes que se dirigían en convoy desde El Aaiún al campamento de resistencia instalado a las afueras de la ciudad han logrado entrar en éste sin que durante el trayecto se hayan registrado nuevas incidencias, ha informado Brahim Ahmed, representante del comité de organización del campamento.
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