El presidente andaluz Pepe Griñán rectifica. Probablemente, si hubiera escuchado-sondeado antes se habría evitado la rectificación. Comprendo que debe ser duro reordenar el sector público manteniendo el empleo, una suerte de cuadratura del círculo de gran complejidad matemática, laboral y social.
La Junta de Andalucía elaborará un nuevo Decreto-Ley de Reordenación del Sector Público, que introducirá las modificaciones acordadas en la Mesa General de la Función Pública y que se someterá a debate parlamentario.
El nuevo Decreto-Ley, que aprobará mañana el Consejo de Gobierno, se convalidará en la Cámara autonómica como proyecto de Ley y estará abierto a un debate propio, lo que permitirá "con luz y taquígrafos, poner blanco sobre negro" en la posición de cada grupo y desterrar las "falsedades" interpretativas que se están produciendo en torno al mismo.
Griñán necesita a voces verdaderos asesores y no palmeros como los que tiene ahora. Una lisonja nunca viene mal pero confunde peligrosamente a quien debe tomar graves decisiones.
Por otra parte, es en el Parlamento donde podremos comprobar si las críticas del PP e IU van acompañadas de propuestas alternativas.A ver cómo le ponen el cascabel al gato. Porque sobran funcionarios ¿o no?
