Comienzo, no tengo más remedio: damos inicio en este blog irreverente a las historias de Satán. Nuestro protagonista se ha portado muy mal esta semana, haciendo de las suyas, jodiendo al prójimo, ignorándolo, exhibiendo defensa de causas nobles con una cara dura impresionante. Satán existe, yo lo sé perfectamente. Y se ha materializado en un humano falso, que habita entre devotos. Cuidado con este personaje tóxico, al que hay que erradicar de la sociedad, mandarlo a galeras, a las catacumbas.
Satán hace mal en fumar, el tabaco y la mala leche matan que te cagas, provocan enfermedades irreversibles. Satán anda por los pasillos de su empresa temporal, se esconde en el baño para escuchar a través de las paredes de pladur, habla mal del jefe porque sueña con sentarse a tocarse los cojones de una vez, que es lo que sabe hacer bien. Lleva y trae, enfrenta a sus compañeros, uno a uno, una a una. Una mala persona.
"¿Qué se ha creído éste tontaina, que no sale del despacho, no sabe lo que pasa en la casa?" dice Satán sobre su jefe a quienes le escuchan porque no tienen más remedio, porque la crisis ahora y Satán ya acumula algunas víctimas inocentes. La próxima le costará caro. Y lo saben todos.