Entre que le dice al Herrera en Onda Cero que habla mucho con "ellos" (clara referencia al PSOE) y que en el PP aseguran que va de la mano del PSOE, Pacheco debe estar como unas castañuelas. Porque ambas invectivas van dirigidas a hacer daño a la alcaldesa y al electorado socialista jerezano.Hoy he seguido atentamente el pleno municipal, el asunto de la ratificación del convenio ya firmado con Urbaser. Basta con ir a las hemerotecas de Córdoba, Sevilla o Cádiz para encontrarse adjudicaciones como la jerezana. Visión global y poco más. Me gustan estos plenos televisados, dan para mucho. Cádiz debería dar los suyos. He elegido una canción de Los Módulos, por El Barrio, 'pa' la gente buena que lee este blog, en especial para mi amigo Antonio Castro Caro, uno de los mejores periodistas andaluces.
Hoy, Pacheco (¿iba en un Volvo Azul sobre las dos de la tarde por La Espléndida?) le ha concedido una entrevista a La Voz de Cádiz. Se nota que mi apreciado ciberperiodista Wayne Jamison -muy atareado esta mañana en su mesita, al fondo, en La Moderna- está emocionado con la entrevista al 'enorme'. Es lo que tienen estas cosas de la política jerezana. Dice en Facebook que por lo menos la cosa da para diez titulares. Es normal. Sin dejar La Voz, me rechifla el reportaje de la twitera María José Pacheco. Recomendable.
Como el paseo matinal, desde las siete treinta de la mañana, que me he dado por el centro de Jerez, tras tomar el bus de Hipercor y encontrarme con buena gente que me ha puesto al día de como estásn las cosas. Paseo por la calle Larga, parada y desayuno en el bar Consistorio y vuelta a pasear, mientras hacía tiempo para ir a la misa, en el Tanatorio, por el alma de Carlos Manuel López.
Su viuda me ha enseñado la foto de su hijo pequeño, de tres años. Su viva imagen. Hasta juega con un micrófono grabando canciones. Lo siento por ellos, mucho, de corazón. Por eso no comprendo a quienes practican la inquina y el desprecio en esta vida. Todo tiene su fin. Vivamos pues sin hacer daño.
*¿La foto? Pues tomada a las 3,15 con mi Blackberry Storm. Creo que eran dos coches oficiales, en plena parada del autobús. ¿Y la Policía Local? Ni idea, la verdad.
