José María Moncasi, ex portavoz de Nueva Rumasa y amigo de la familia Ruiz-Mateos, me envía este artículo para que lo publique en este blog con enlace al suyo:
"A seis días del anuncio de los Ruiz-Mateos de acoger a diez de sus ciento diecisiete empresas al convenio de pagos (artículo 5.3 de la ley concursal), el único análisis posible a partir de las numerosas acusaciones y opiniones difundidas en los medios es que a Ruiz Mateos se le acusa de nuevo de ser un mal gestor y de engañar a los españoles. Ante la grave situación de liquidez por la que pasan sus empresas, en primer lugar pido que se le conceda un voto de confianza.
Y solicito esta confianza al ver sus primeras medidas a la hora de afrontar la crisis: solicitar el preconcurso como medida defensiva ante la eventualidad de una petición de concurso por parte de algún acreedor y abrir un período, cuatro meses, para reestructurar la empresa y garantizar su viabilidad futura para el cumplimiento de la totalidad de sus compromisos. Es cierto que las causas se deben a la caída de las ventas, reducción de los márgenes, incremento del precio de las materias primas o la falta de concesión de crédito por parte de las instituciones financieras pero, creo, que el principal problema ha sido mantener esos diez mil puestos de trabajo, cifra inviable en un entorno tan complejo e incierto como el que vivimos".
"A seis días del anuncio de los Ruiz-Mateos de acoger a diez de sus ciento diecisiete empresas al convenio de pagos (artículo 5.3 de la ley concursal), el único análisis posible a partir de las numerosas acusaciones y opiniones difundidas en los medios es que a Ruiz Mateos se le acusa de nuevo de ser un mal gestor y de engañar a los españoles. Ante la grave situación de liquidez por la que pasan sus empresas, en primer lugar pido que se le conceda un voto de confianza.
Y solicito esta confianza al ver sus primeras medidas a la hora de afrontar la crisis: solicitar el preconcurso como medida defensiva ante la eventualidad de una petición de concurso por parte de algún acreedor y abrir un período, cuatro meses, para reestructurar la empresa y garantizar su viabilidad futura para el cumplimiento de la totalidad de sus compromisos. Es cierto que las causas se deben a la caída de las ventas, reducción de los márgenes, incremento del precio de las materias primas o la falta de concesión de crédito por parte de las instituciones financieras pero, creo, que el principal problema ha sido mantener esos diez mil puestos de trabajo, cifra inviable en un entorno tan complejo e incierto como el que vivimos".