¿Se entera realmente la diputada y alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, de lo que está pasando en torno a Onda Cádiz? Por la cara que dicen que puso en el último pleno municipal, mirando a su edil Ignacio Romaní mientras se leían las preguntas del PSOE, cualquiera diría que no. Demasiados datos, mucha precisión, pero poco eco mediático. La alcaldesa ha dedicado mucho tiempo a viajes iberoamericanos, a otras obligaciones, confiada en que el piloto automático PP Blas le llevaría a buen rumbo. Y no se ha equivocado porque es un edil eficaz y leal a carta cabal, pero la clave es el que diseña la hoja de ruta, el que maneja el GPS municipal, porque ella desea que sea así, desde hace muchos años. A ella le va de maravilla. Pero si se larga será una faena del diez. Y tras el 21N habrá movimientos.
El caso es que ahora de lo que se habla en los pasillos municipales es de quien sería el alcalde si Teófila fuera llamada por Rajoy, en función de la 'cuota' de Aznar, a mayores deberes políticos. Hay dos nombres, incluso tres: Juanjo Ortiz, PP Blas y Bruno García. El tercero me lo susurraron hoy. Por cierto, que no hay nada como ser mediocre en esta vida. Uno cuyo currículum cabe en un papel de fumar aspira a ser el futuro director de Onda Cádiz, en el caso de que Jiménez Laz tome las de Villadiego a otras lides. Allí los compañeros y compañeras aguantan todas las movidas porque la cosa está tela de chunga y saben como las gasta el del GPS de Teófila.