Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, en La Moncloa. |
Primero fue en el 38 Congreso Federal del PSOE, y hoy al pasear por el 17 Congreso Nacional del PP. El cambio de ciclo no es cosa de las encuestas, no. Es una realidad, un lavado de estómago de una comunidad autónoma que el PSOE no ha sabido limpiar de sinvergüenzas, que ahora le dejan a los pies de los caballos con casos como el de los ERE. Lo mismo le pasó a Felipe González. Si el PP gana en Andalucía lo hará por demérito del PSOE. José María Aznar sufrió un trance similar, pero a los cuatro años ganó por méritos propios. Que tome nota Javier Arenas, porque si gana administrará algo más que los votos de los entusiastas del PP. He dar la razón a mi antiguo amigo Pedro de Tena quien, en muchas conversaciones en el Castillo de las Guardas y en amenos almuerzos en Sevilla, me decía que no quedaba otra, que quizás el PP tuviera defectos e indeseables en sus filas -compartimos fobia por algunos de ellos- pero que Arenas era la alternativa para intentar desmontar lo que coincidimos en llamar la Tela de Araña.