Dolores de Cospedal. |
Confieso que me ha impresionado Dolores de Cospedal, de rojo, discreta y elegante, con esas nubes a lo escritorio de Windows pasando por detrás suya en las enormes pantallas del 17 Congreso Nacional del PP. Si pueden, fíjense, va siempre como un pincel, pero sin pasarse en joyas, abalorios o lujos. La presidenta de Castilla La Mancha lo cuida todo al detalle, incluso sus discursos, con cargas de profundidad pero sin estridencias. La reelegida secretaria general del PP es una candidata a presidenta, pero no del partido, sino de España. Si los tiburones y arpías no se la quitan de enmedio en un descuido, Cospedal puede ser el recambio de Rajoy algún día, por si pasa algo, que todo puede pasar en política. Cuatro años se van pronto y entonces puede ser su oportunidad de entrar en el Gobierno caso de que el PP renueve la confianza de los españoles. A partir de ahí...Ya, parece que me gusta, lo sé. Pero es que si lo piensas, si España tuviera una presidenta, entre Botella y Cospedal, lo tengo claro.