Montoro, Arenas y Bañez, en el balcón del PP andaluz. |
Que a nadie le quepa duda de que Javier Arenas tiene muy pensado (otra cosa es decidido) su futuro tras ganar las elecciones andaluzas, pero cuidado, porque tras escuchar a Cayo Lara y a Diego Valderas en el 24H de TVE (le han dado un tajo a la retransmisión al comprobar que no es escuchaban las preguntas de los periodistas) el proceso de formación del nuevo gobierno de izquierdas se antoja lento, complejo y tenso, aunque creo que llegarán a acuerdo. Que nadie piense en una solución a la extremeña, porque Andalucía es otra cosa y ahora pesan menos algunos pusilánimes de IU.
Lara tiene dos díscolos, el joven diputado malagueño Alberto Garzón (basta leer sus tuits) y el no tan joven alcalde de Marinaleda, el singular Sánchez Gordillo. El primero, que viene de la cantera del 15M y pertenece a ATTAC, prefiere que el PSOE se quede solo y pacte como pueda con IU y PP. Cosas de la juventud. Y el segundo no quiere pactar con los socialistas ni en pintura. Ya veremos. Dice Valderas que enviará el programa electoral (registrado ante notario) a PSOE y PP. Solo faltaría que Arenas, viejo lobo cristiano, se encomendara al diablo y aceptara algunas cositas.
De hecho, de un momento a otro comenzarán las voces que reclaman que gobierne quien más votos haya obtenido, es decir, el PP, e incluso un gobierno de concentración. Un ejecutivo de todos para sacar adelante Andalucía es imposible, agua y aceite no se mezclan. Pero lo andaluz y lo asturiano pasarán a un segundo plano esta semana, con los planes de ajuste municipales (durísimos) y las medidas de austeridad de Rajoy, el día 30.
Lara tiene dos díscolos, el joven diputado malagueño Alberto Garzón (basta leer sus tuits) y el no tan joven alcalde de Marinaleda, el singular Sánchez Gordillo. El primero, que viene de la cantera del 15M y pertenece a ATTAC, prefiere que el PSOE se quede solo y pacte como pueda con IU y PP. Cosas de la juventud. Y el segundo no quiere pactar con los socialistas ni en pintura. Ya veremos. Dice Valderas que enviará el programa electoral (registrado ante notario) a PSOE y PP. Solo faltaría que Arenas, viejo lobo cristiano, se encomendara al diablo y aceptara algunas cositas.
De hecho, de un momento a otro comenzarán las voces que reclaman que gobierne quien más votos haya obtenido, es decir, el PP, e incluso un gobierno de concentración. Un ejecutivo de todos para sacar adelante Andalucía es imposible, agua y aceite no se mezclan. Pero lo andaluz y lo asturiano pasarán a un segundo plano esta semana, con los planes de ajuste municipales (durísimos) y las medidas de austeridad de Rajoy, el día 30.