Antonio Fernández. (La foto es de Fernando Ruso) |
Aquí, a Antonio, le conocemos como 'el gitano', pero no con tono peyorativo ni xenófobo, no. Es por su carácter trashumante, correoso, por lo que le gusta un regateo en todos los órdenes, y porque en las reuniones de don Manuel Chaves, el 'gitano' era la salsa, el bromista, el cachondo. Pero no el tonto.
Vengo analizando lo que se filtra en estas horas, mientras el 'insumergible' Antonio va recibiendo, uno a uno, los doscientos misiles-pregunta que le envía la jueza Alaya, inasequible al desaliento. Lo que me llena de orgullo y satisfacción (¿de qué me suena esto?) es saber que puedo pasear por la calle Larga, en mi pueblo, con la cabeza bien alta, y mirar de aquella manera a unos que no sabía -ahora lo sé- que eran tan sinvergüenzas y faltos de escrúpulos.Y no me refiero a Antonio.