En el último trimestre de 2011 la tasa de paro masculina se situó en el 30%, y la femenina en el 33%. Al inicio de la crisis estas cifras alcanzaban el 12% y el 19% respectivamente. Se observa, según un estudio realizado por la Secretaría de Análisis Económico de UGT Andalucía, un aumento más pronunciado en el número de hombres que se ven condenados al paro. Ante la inexistencia de oportunidades de empleo en el mercado de trabajo, el número de hombres activos ha ido reduciéndose progresivamente por el efecto desánimo que sufren los trabajadores. Por otro lado, el número de mujeres que se incorporan al mercado de trabajo ha aumentado por la pérdida de empleo masculino y la falta de ingresos en el hogar familiar.