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Un instante de la entrevista, en el Palacio Ducal de Sanlúcar de Barrameda. |
Mientras que la Fiscalía Anticorrupción sienta estos días en el banquillo a guardias civiles, policías nacionales y delincuentes habituales, acusados de robar cocaína en Barcelona y de asaltar a narcotraficantes, en
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), el cabo
Miguel Ángel Sánchez Chica sufre, desde finales de enero, un severo expediente disciplinario –seis meses de suspensión de empleo y sueldo, y pérdida del destino durante dos años- por crear en 2010 en su comarca una asociación contra la droga,
Mandrágora, en la que ayudaba a la rehabilitación de toxicómanos y a la sensibilización social del grave problema del tráfico de estupefacientes.
*La historia la publico hoy en el suplemento CRÓNICA, de EL MUNDO de ANDALUCÍA.