Que nadie se equivoque, Javier Arenas no está acabado. Bueno, en Andalucía sí tras cuatro intentos que no han sido estériles. Pero sería necesario que se fueran a hacer gárgaras ya algunos insignes aprendices de Maquiavelo, estrategas políticos y mediáticos que lo han llevado a un sendero de tragedia, finalmente. Y ya se habían repartido los cargos, con ciertos detalles que un día se conocerán. Seguro.
El futuro presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, sigue en sus trece de contar con los suyos, gentes que han ganado sin discusión antes que con elementos de esa cuadrilla genuflexa que le ha hecho un flaco favor a Javier Arenas. Al de Olvera y Sevilla lo veremos antes de agosto, se dice, en un nuevo Gobierno. O quizás en una responsabilidad de partido muy elevada (¿colisión con Dolores de Cospedal?).
Lo dije hace días: Rajoy cuenta con Arenas (ayer lo confirmó el gallego). Y mucho. Como en los últimos años, Antonio Sanz sigue a su sombra, aunque ya tiene carrera propia y el aprecio de Rajoy. ¿Su 'equipo' en Andalucía? Hombre, pues habrá que esperar a ver qué hace Zoido. No le pierdan de vista.Yo no lo haré. Es un valor sólido con ideas claras.
“Todos los que estamos aquí tenemos la obligación de explicar minuto a minuto, en todos los rincones de España, la gestión del presidente Rajoy, que compartimos y que estamos seguros de que nos va a conducir al mismo camino que en 1996”, dijo ayer Arenas en la Interparlamentaria Popular (ojo a como s se sitúa Arenas al lado de Rajoy, y con gestos de satisfacción de ambos. Cospedal tiene un serio adversario que, por cierto, cae mejor que ella en Andalucía, donde casi gana.
