"Montserrat Domínguez
afronta su nueva aventura periodística con una ilusión que no puede
disimular. Guiada por esa curiosidad que es vitamina para los
periodistas, dice que de nuevo toca aprender, una de las maravillas que
ofrece el oficio. “Tengo la sensación de que esto va a pitar”, desliza,
sentada en su nuevo despacho, situado bajo la redacción central de EL
PAÍS". Eso cuenta Joseba Elola (Leer)