Escuchen a José Delgado, un onubense que con su pensión mantiene a su mujer y a una hija separada que no encuentra trabajo. Es hipertenso, y los 15 euros mensuales que le cuestan las medicinas le han obligado a renunciar a parte de ellas, "no las tomo todos los meses porque no puedo pagarlas". "Los jubilados pensábamos que teníamos la vida solucionada, y ahora hemos vuelto treinta años atrás", asegura Pepe. Hay que parar todo esto, el estallido social está cerca.