Nunca le estaré lo suficientemente agradecido a mi familia (gracias Carmen, ya sé que no te gusta que te mencione) por las horas que este blog y mi actividad profesional le ha podido quitar, aunque no creo que hayan sido tantas porque gracias a los ordenadores portátiles cada rincón de la casa o hueco que encuentro en idas y venidas me ocupado momentos tontos para actualizarlo. Pero creo que si no hubiera tenido esa actitud familiar tan generosa probablemente habríamos cambiado de vida, de país y, por supuesto, de trabajos.
Es una terapia inmensa para descongestionar mi alma, demasiado atribulada por jilipolleces y problemas de otros que no tengo por que compartir, allá ellos con sus cuitas que bastante tenemos nosotros con salir adelante. 2013, si Dios quiere claro, puede ser un año en el que logre colmar algunas expectativas. Y será de lucha, todos los días, haced lo que salga del corazón o de otra parte.Y todo mi cariño para Javier en estos días. Mi hermano. No te olvides de nuestros principios.
Tengo algo claro, siempre estaré agradecido a la madre Google y su herramienta gratuita Blogger con la que está hecho este blog, porque es mi espacio, ese cuartito en el que entráis sin permiso y sin que nunca vea vuestros rostros, me gustaría ver las caritas que ponéis al leer estos comentarios hechos a salta de mata. Os dejo un vídeo con reflexiones sobre el futuro del periodismo y dos canciones (No abandonéis nunca, por favor, alguien te quiere mucho) que me gusta. Por cierto si queréis echarme una mano cuento con vuestro apoyo (también el publicitario, que las audiencias van como un tiro) en CNA, Canal Noticias Andalucía.
Buenas noches y buena suerte
Buenas noches y buena suerte