Balance de fin de año de la secretaria general (centro), Miriam Alconchel |
El PSOE no sale de su atonía y perfil bajo en Jerez. Las derrotas le sientan muy mal y que alguna compañera como su ex secretaria general, Pilar Sánchez, rehaga su vida profesional en Sevilla, le causa un dolor de estómago (con comentarios públicos de desaprobación) a algún personaje, que paradójicamente le debe todo. Y la comunicación en el partido es manifiestamente mejorable.
Los socialistas jerezanos necesitan pasar página, buscar un revulsivo, pero no puede ser un personaje cualquiera, tiene que tener experiencia democrática, una buena base de gestión política y administrativa, y una imagen a prueba de investigaciones dentro y fuera de la ciudad. Vamos, que cualquiera no vale para el empeño por mucho que encuestas adobadas le hagan caer en esa ilusión.
Porque de llegar a gobernar de nuevo no valdrán experimentos con gaseosa, ambiciones sin escrúpulos y menos aún indocumentados/as sin rodaje previo en una administración, garantía de fracaso. Los validos no valen, algo demostrado en el tiempo. Griñán sabe que Jerez es algo complicado que debe abordar cuanto antes, porque hay quien no olvida lo sucedido.
Lejos de ser el enemigo el PP -que no pierde una para dar una colleja- resulta que los principales escollos y adversarios para avanzar están dentro. En cualquier caso, los populares saben que si pierden será por una amplia coalición política. No es un pronóstico aventurado, tiene su origen en la experiencia y la observación detenida del hábitar y la fauna política jerezana.
Si los socialistas no se organizan, lo de Pepa Pelayo, pese al tremendo desgaste que tendrá en 2013 -y el acumulado en 2012- será un paseo triunfal por la ciudad. Otra vez se lo pondrán en bandeja. Independientemente que suene la flauta y a la actual regidora le salgan algunas jugadas...