18 ene 2013

La ciclogénesis explosiva en el PP...

...se llama Luis Bárcenas y era tesorero hasta que estalló el caso Gürtel. Por mucha policía que la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, envíe a la calle Génova, el cabreo nacional es mucho y creciente. Nada es para siempre. No crean que en el PP todo el mundo es igual, tampoco en el PSOE y en IU. Solo hay que saber escuchar atentamente a María Dolores Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, ver sus muecas, sus reconocimientos a medias o las declaraciones tajantes de Arenas, que mantenía buena relación con Bárcenas, como tantos. La portada de la web del PP está llena de significados, cada uno a lo suyo y no olvidar al PSOE, que es el verdadero enemigo.
Pocos hablan de EL MUNDO, que ha vuelto a dar una lección de buen periodismo, de defensa de la sociedad civil pese a las críticas facilonas, pero nuevamente se ha lanzado al ruedo, a pecho descubierto pero con un buen estoque tras el capote. Y tampoco se habla tanto de las redes sociales, que han llevado a cientos de personas a las puertas de la calle Génova. Internet sirve.
El caso Bárcenas es la gota que colma el vaso, que crispa el ambiente ya tenso generado por los recortes y la crisis que no cesa (basta ver el informe de Unicaja para 2013). A mí tampoco me gusta ver tantos policías en la calle, las luces azules (¿no las apagan para ahorrar baterías?), que blinden en Almería al ministro Montoro (que hablaría más si le dejaran) y que los que han llegado al PP ahora, con nuevos bríos, no sepan pasar página por miedo a que les pisen los dinosaurios. Se extinguirán todos si no actúan con fuerza. Bárcenas, que aún puede dar muchas sorpresas, es el meteorito que puede acabar con ellos...