La vicepresidenta primera Soraya Sáenz de Santamaría. |
Pero ese banquillo es el de salida, el de las promesas, no el de las sospechas. De pronto, se habla de Soraya Sáenz de Santamaría sin que Rajoy haya movido la barba aún para decir nada. De pronto dentro y fuera del PP hay quien quiere cambios radicales. De pronto hay quien nos toma por idiotas quitando hierro a la gravedad del asunto de Bárcenas y lo que está desvelando EL MUNDO. De pronto llega Floriano a Jerez con ese aire de que aquí no pasa que yo lo controlo todo. De pronto nos da el vértigo de que algo grande está a punto de ocurrir y que no somos nada más que espectadores y votantes, porque que nos negamos a admitir nuestro protagonismo. De pronto caemos en la cuenta de que si Rajoy arroja la toalla (está por ver) igual tenemos a una presidenta. Ella, ¿por qué no? Total es lo mismo que sospechamos que va a pasar en Andalucía. Y no pasa nada ¿no?